Juana Calfunao, lonco de la comunidad Juan Paillalef en la comuna de Cunco, se encuentra hace 4 días en el paso fronterizo Pino Hachado a la espera de poder cruzar a la Argentina y así poder visitar a su hija, que cursa la carrera de medicina en la Universidad Nacional del Comahue, y que actualmente se encuentra hospitalizada, sedada, amarrada y aún sin diagnóstico médico claro.
“Estamos muy preocupados, ella estudia medicina y de la noche a la mañana se enfermó por el hecho de estar lejos de la comunidad, lejos de la tierra. El mapuche no puede salir mucho y se enferma. La medicina occidental no conoce esa enfermedad y la tienen en un hospital amarrada y completamente sedada”.
La autoridad ancestral relata que han tenido que enfrentarse a la burocracia en el paso fronterizo, pese a que ella y sus acompañantes han hecho todos los trámites para poder acompañar a su hija en esta situación. El consulado de Argentina, tras movilizaciones, extendió el permiso especial para que puedan entrar al país, pero en la espera a que se produjera, se venció el PCR que se había hecho la Lonco.
“Hicimos un PCR, que ya se venció porque tiene una validez de 72 horas, ahora nuevamente nos hicieron hacer otro PCR y estamos a la espera de eso”. La lonco sostiene que no existen razones para seguir impidiendo la salida, ya que además cuentan con un certificado médico que da fe, por otras 72 horas, que ella y quienes la acompañan no tienen síntomas ni se encuentran contagiados.
Juana Calfunao afirma que este es un caso especial y es un viaje para poder ver a su hija enferma, y agrega que “no hay ninguna ley en el mundo que me prohíbe estar al lado de mi hija, ni mucho menos, cuando esté en estado de fatalidad o desgracia. Llevamos días esperando afuera de la frontera y no nos dan solución”.
Además la lonco acusa que los funcionarios de la aduana se excusan en la pandemia y el virus para no dar solución, y sin embargo los camiones que transportan mercadería pasan llenos y a cada minuto, sin exigencia de documentos ni certificados.Para ellos la frontera no está cerrada.
Al otro lado de la frontera le está esperando un vehículo que el estado argentino puso a disposición para la Lonco por su condición de discapacitada, producto del maltrato policial que ha recibido del estado chileno. Sin embargo, las autoridades chilenas la han obligado a permanecer en condiciones precarias sin considerar su salud ni la de su hija.
La Lonco añade que la frontera estatal es impuesto por los estados de Argentina y Chile que actualmente están colonizando el territorio mapuche y que impiden el libre tránsito de este pueblo en su propia tierra. La práctica, denuncia la autoridad ancestral, de impedir que miembros del pueblo mapuche puedan acompañar a sus familiares enfermos del otro lado de la frontera, se ha hecho notorio durante la pandemia.