Entrevista | Lo de Gaza «es una de las ofensivas militares en contra de un pueblo desarmado más brutales que han existido en la historia»

Alejandra Espinoza: «Israel genocida»

Dedicada a Katherine Yoma Valdivia

Son dos fechas en marzo las que la Coordinadora por Palestina está convocando para movilizarse contra el genocidio en Gaza. Se suma a la acción realizada este 17 en Santiago, los días 23 y 30 de marzo. Este último corresponde a la conmemoración del Día de la Tierra Palestina. Pablo Abufom, vocero de esta articulación entrevistado por el programa Aire Puro y Gaceta Ambiental, realizó una mirada histórica de la ocupación sionista del territorio de la Palestina Histórica, de la Nakba en curso, y de cómo desde el 7 de octubre se han profundizado e intensificado las estrategias de opresión, apartheid, y masacre al pueblo palestino, así como se han visibilizado las diferentes luchas que se dan desde el territorio.

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– Hola Pablo, para comenzar nos gustaría saber ¿cuáles son las informaciones que están manejando ustedes como Coordinadora por Palestina desde las operaciones de resistencia realizadas el 7 de octubre en Gaza y en Palestina en general?

En primer lugar, la acción del 7 de octubre por parte de diversos grupos palestinos, principalmente en Gaza pero también en Cisjordania, responde a una situación intolerable de ocupación, de expansión de los asentamientos y de una opresión colonial por parte de Israel sobre una población palestina. Lo importante es tener en cuenta que es una situación que se extiende, al menos, desde hace 75 años con la fundación del Estado de Israel en 1948, pero que en los últimos años se estaba volviendo cada vez más difícil para la población palestina. Esto porque Israel había encontrado el modo de «normalizar» las relaciones con los países árabes que están a su alrededor y por lo tanto, abandonar cualquier noción de tener que establecer un proceso de negociación, de paz, de soberanía y de establecimiento de un Estado Palestino.

Israel ya podía sentir -entre comillas- que sus fronteras estaban seguras porque tenía un proceso de normalización, y que el pueblo palestino iba a quedar aislado y encerrado en Gaza por un lado, y por otro lado, en Cisjordania con algunas mayores libertades pero todavía dentro de un régimen que controla los movimientos, el ingreso de bienes, el trabajo, etc.

Por lo tanto, debemos entender la ofensiva de parte de la resistencia, que incluye al movimiento Hamás pero no solamente a ellos sino también a otros grupos, en ese contexto.

Desde ahí en adelante la respuesta israelí ha sido como siempre extremadamente violenta, destructiva, que bajo la excusa de desarticular la fuerza militar de Hamás, lo que ha hecho es llevar a cabo una operación de exterminio del pueblo palestino. Es por esta razón que se le ha denominado internacionalmente como genocidio, porque es explícita la intención de destruir a las personas pero también de hacer imposible la reconstrucción de sus vidas. Los hospitales, sus fábricas, los lugares donde se produce alimentos, sus casas y edificios y, por lo tanto, la imposibilidad de poder reconstruir su vida después de un ataque como este.

En este momento, podemos decir que es una de las ofensivas militares en contra de un pueblo desarmado más brutales que han existido en la historia.

Debemos recordar que esto no se trata de una guerra, porque esto no se trata de Israel contra Palestina o de Israel contra Hamás; sino que se trata de un momento más de esa larga historia de ocupación de las tierras palestinas, de exterminación del pueblo, de limpieza étnica, de desplazamiento forzado, etc. Sabemos que en este momento hay más de un millón de personas que han podido arrancar del norte de Gaza y que están arrinconadas en el paso de Rafah en la frontera con Egipto, expuestos no solo a los ataques de Israel, sino también expuestos a la inanición. Israel está hambriando al pueblo palestino para castigarlo y aterrorizarlo. En este contexto han muerto más de 30 mil personas, de las cuales una mayoría son niños, niñas y mujeres, y por lo tanto, es uno de los ataques más brutales que se ha visto contra la población civil.

Pablo Abufom, vocero de la Coordinadora por Palestina

 

– Pablo, nos gustaría profundizar en esos 75 años de Nakba, en cómo se vive cotidianamente en esta situación anormal permanente, para así entender cómo se llega un 7 de octubre que es utilizado por Israel solamente para intensificar estrategias que ha estado utilizando en todo este tiempo, lo que se conoce como la Nakba en curso.

En términos históricos, hay que recordar que la fundación del Estado de Israel en 1948 basado en el sionismo, que era la idea de que era necesario el establecimiento de un Estado nacional para el pueblo judío. Se podría decir que era un sector político, un partido político dentro del infinito mundo político judío no solo de Europa del Este, que es de donde venía esa idea, sino también en Medio Oriente y en otros lugares del mundo. En ese contexto, bajo el apoyo del Imperio Británico y luego de Estados Unidos, ese proyecto sionista se empezó a cumplir antes de la II Guerra Mundial y por lo tanto, antes del Holocausto que llevó a cabo Alemania en contra del pueblo judío y de otros pueblos en Europa, así como también de la colonización que se viene instalando violentamente desde fines del Siglo XIX en el territorio palestino donde habitaban millones de personas que llevaban viviendo ahí siglos, incluyendo a personas judías. Se produjo un largo proceso de colonización y de invasión de las tierras que, con apoyo de los imperios, fueron desplazando a la población palestina.

Eso se consolida el 48′ y desde ese momento lo que ocurre y, sobre todo desde la Guerra de los Seis Días en 1967, es que Israel logra tomar control de la mayor parte del territorio de la llamada Palestina Histórica. Por lo tanto ese control, es un control de fronteras, es decir, los palestinos no controlan la entrada y salida de su propio país; es un control económico, es decir, los palestinos no controlan la entrada y salida de recursos materiales, tanto financieros como bienes y productos; y tampoco en Gaza, no controlan los recursos básicos como el agua, la tierra, que está siempre amenazada por nuevos asentamientos de colonos. Por lo tanto, la vida cotidiana bajo la colonización israelí en Palestina, es de una falta absoluta de libertad en lo económico, político, cultural. Hay que pensar que la instalación del Estado de Israel significó el desplazamiento de la población palestina de sus aldeas, de sus villas, de sus ciudades, la destrucción de esas ciudades y la reconstrucción de ellas con otros nombres y con otra historia. En definitiva, no solo se desplazó a las personas o se las mató, sino que también se eliminó su historia, su memoria cultural, la historia o experiencia de su pueblo.

Junto con lo anterior, hay un control en donde se es permitía a palestinos trabajar en el territorio de Israel, lo hacían a través de controles fronterizos (check points) terribles, en que las personas tenían que pasar horas tratando de cruzar para ir a penas a conseguir trabajo. Entonces, eso es intolerable, abiertamente. Por lo tanto, los actos de resistencia por parte del pueblo palestino han estado presentes desde el comienzo solo que es muy difícil resistirse contra un Estado colonial europeo que tiene el apoyo, en primer lugar, de la principal potencia mundial que en este caso es Estados Unidos y antes el Imperio Británico y luego también de la Comunidad Europea. Por lo tanto, es una resistencia muy débil en contra de ese tremendo aparato.

– Pablo, desde la Coordinadora por Palestina, ¿cómo entienden este genocidio que está siendo transmitido en vivo y en directo y los gobiernos de casi todo el mundo han estado en silencio, la llamada «comunidad internacional» no ha podido detener esta masacre? ¿Cómo se entiende que Israel tenga este nivel de impunidad?

Claro, por eso hacía referencia a la relación que tiene Israel con el Imperio Británico que es el que facilita la instalación del Estado de Israel y luego con Estados Unidos. Porque es impensable la creación de un Estado sin un tremendo capital financiero para poder invertir en la construcción de todo un país desde cero y también de una fuerza militar capaz de, en este caso, mantener oprimida y reprimida a una población que existía en ese lugar. Porque uno de los grandes mitos de la fundación de Israel es que Palestina era una tierra sin pueblo y eso es absolutamente falso, porque no solo árabes sino también cristianos y judíos habían habitado esa tierra durante cientos, sino miles de años. Entonces, una de las cosas que sostiene la ocupación, y el sistema de apartheid israelí, es el respaldo de Estados Unidos que financia constantemente con subsidios gigantescos con un respaldo en el sistema internacional de Naciones Unidas donde veta todas las resoluciones que pueda para mantener a Israel andando, pero también el resto del mundo tiene una complicidad directa en la medida en que Israel es uno de los principales exportadores de armas, sistemas de inteligencia, y de represión donde incluso Chile es un gran comprador y por eso ha sido un escándalo la decisión de excluir a empresas israelíes de la FIDAE.

Para entender cómo es posible que se sostenga este genocidio durante más de 130 días sin que nada se detenga, hay que entender quiénes son los principales aliados que tienen a Israel funcionando. Por otro lado, eso implica que el resto de los países o los gobiernos que quisieran tener una voz en esto se ven también amenazados por esta misma gran potencia internacional que es Estados Unidos o el conglomerado europeo en contra de los intereses nacionales. Si algún país tomara la decisión de romper relaciones con Israel sería entrar en conflicto con Estados Unidos que es quien mantiene vivo el proceso colonizador israelí. Por eso, lo que uno puede ver en este contexto es que por qué es tan difícil detener el genocidio israelí en Palestina, porque es muy difícil detener a Estados Unidos y a su voluntad en el concierto internacional.

– ¿Pablo, qué caminos tiene la resistencia palestina para su liberación y qué misión tienen los pueblos, comunidades y organizaciones del mundo para apoyar la liberación de Palestina?

Hay ejemplos en la historia que nos indican qué hacer cuando un Estado está llevando a cabo acciones que son atentatorias contra un pueblo en su conjunto. Por un lado, durante el siglo XX en los procesos de liberación nacional en América Latina, en África, en Asia lo que hicieron principalmente fue que los pueblos organizados tomaron las armas abiertamente para defenderse de esos procesos coloniales. Es lo que ocurrió en las colonias francesas, belgas, portuguesas en África; es lo que ocurrió en las colonias francesas en África y Asia; y por ejemplo, quizás una de las historias más interesantes es la historia de Viet-Nam primero en contra de los franceses y luego contra Estados Unidos.

Pero pareciera que no estamos en un momento, ni pareciera que el caso de Palestina es el mismo en que una colonia de una metrópoli central que va y se instala en otro continente, sino más bien un colonialismo anómalo, es decir, un colonialismo de asentamientos donde más bien una determinada población se instala y construye un nuevo país, y no una colonia de otro país. Esto a pesar de que Israel tenga una relación con Europa y Estados Unidos como si esa fuese la metrópoli, pero en este caso se trata de un nuevo país que desplaza a la población y por lo tanto, pareciera que la lucha armada que ya ha sido levantada por el pueblo palestino, tiene dificultades para llegar a su objetivo.

Otro ejemplo que tenemos es el de Sudáfrica. El proceso de aislamiento internacional y de bloqueo a Sudáfrica en la época del apartheid donde habían dos sistemas jurídicos, políticos, educativos, económicos, etc, uno para los negros y otro para los blancos. Lo que hizo la comunidad internacional fue aislarla económica, política, diplomáticamente hasta forzar a ese Estado a cambiar ese sistema. Eso es algo que ha ocurrido con Sudáfrica que uno podría ver que ocurre por vía militar, por ejemplo, con la ex Yugoslavia, o lo que ha estado haciendo una parte del mundo con Rusia después de la invasión en Ucrania. Pero pareciera que no ocurre lo mismo con Israel a pesar de que está cometiendo crímenes contra la humanidad que son peores o de cualidades parecidas que los que cometieron otros países en otros momentos de la historia.

Pareciera que un camino posible es el aislamiento y el bloqueo internacional de Israel que pueda ser impulsado por países con el coraje y la voluntad para lograrlo, pero sobretodo con sociedades y comunidades que lo hagan. Porque lo que hemos visto ahora desde el 7 de octubre es que en la mayoría de los países la voluntad popular, las personas comunes y corrientes, se movilizan en contra del genocidio, pero los gobiernos y los Estados no reaccionan. Entonces a pesar de que, muy probable, hay una mayoría mundial que está en contra del genocidio y por acabar con la ocupación de Palestina, los gobiernos están optando por ignorar abiertamente a su propia población para más bien subordinarse a la voluntad política, diplomática y militar de Estados Unidos y de Israel.

Entonces, el camino sin duda es el camino de la movilización de forzar a los Estados, presionar a los gobiernos para que tomen esa decisión, de tal manera que se les vuelva demasiado costoso seguir sosteniendo esa complicidad y ese silencio con la situación en Palestina.

Por ejemplo, en Chile hemos tenido algunos gestos, simbólicos que no tienen repercusiones directas en el sistema de apartheid y de ocupación en Israel, por lo tanto lo que ha hecho el gobierno de Gabriel Boric va en la dirección correcta pero es tremendamente insuficiente para lo que necesitamos y, por cierto, lo más probable es que Chile no incline la balanza porque la decisión política o diplomática de Chile no le hace el principal daño (a Israel). Pero los países que toman decisiones van sentando precedentes y otros países se suman. Es evidente que eso ocurrió con la demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en una demanda por genocidio en el Tribunal Superior de Naciones Unidas. Eso hizo que esa acción individual de un país, que a lo mejor no podía inclinar la balanza por sí misma, sumó y llevó a una situación política internacional que no habíamos visto antes que es que Israel se haya visto obligado a estar en el banquillo de los acusados por genocidio.

Tenemos que seguir avanzando en esta misma línea, la movilización para presionar a los gobiernos y el conjunto de las instituciones de un país, de un Estado, para aislar y forzar a un país a detener el genocidio y hacerlo acabar con la ocupación.

– Una pregunta que no podemos dejarla pasar tiene que ver con la resistencia armada, en el sentido de que en un primer momento la narrativa ha intentado equiparar la operación militar de Hamás y la de Israel tanto así que se hacía imposible para cualquier persona iniciar una condena a las políticas llevadas adelante por el Estado de Israel sin condenar explícitamente la operación del 7 de octubre en las afueras de Gaza. ¿Cómo lo ven ustedes?

Pienso que justificar o condenar son acciones comunicacionales que pueden operar en ámbitos diplomáticos, pero para las organizaciones sociales, para el pueblo, para las personas comunes y corrientes, no tenemos por qué entender las cosas en esos términos. Podemos entenderlos en términos más cercanos a lo de nuestra vida. Si una persona común y corriente viviera 75 años, y por lo tanto varias generaciones, bajo un sistema de opresión colonial que los trata -ni siquiera como ciudadanos- sino como súbditos de un sistema tremendamente injusto, es perfectamente comprensible, cualquier persona entendería que uno haría lo que fuese necesario para sacudirse de encima esa opresión. En Chile han habido muchos ejemplos de eso, probablemente uno de los más masivos fueron las jornadas de protestas entre 1983 al 86′, donde el pueblo de Chile salió a las calles masivamente con y sin violencia a sacudirse de encima la dictadura, y con eso de algún modo echó a andar el proceso de salida de la dictadura. Entonces, más que justificar o condenar, lo relevante es poder entender los procesos, pensar por qué ocurren las cosas. ¿Por qué ocurre lo que ocurre el 7 de octubre? Ocurre porque hay un proyecto que se llama sionismo que busca instalar, sobre territorio palestino donde ya habitaba una población, un Estado, con una migración europea y que lo que hace es desplazar a esas comunidades. Convengamos en que no ha sido un proceso en el que dijeron «oye, pongámonos de acuerdo, instalémonos y vivamos todos en paz y armonía». No, paz y armonía para quienes son reconocidos como nacionales del Estado nacional judío, e infierno, destrucción y exterminio para los que no son reconocidos como tales. Por lo tanto, ese es el marco de comprensión con el que podemos entender tanto las acciones de Israel como las acciones del pueblo palestino. Y los israelíes no tienen ningún problema en decir eso, ése es su proyecto, entonces ¿por qué los palestinos tendrían o tendríamos que ocultar cuáles son nuestras intenciones de emancipación y de liberación?

Ahora como en cualquier proceso de resistencia y de luchas se pueden tener diferencias de estrategias, tácticas, y esos son debates y combates que se tienen en todos los sectores políticos, militares, etc. Esa es una discusión sobre cuáles son las tácticas más adecuadas en el corto, mediano y largo plazo. Porque uno podría pensar de Hamás que tiene como efecto -que es lo que muchas personas dicen- que hayan más de 30 mil muertos; pero también se puede pensar que las acciones de Hamás y de la resistencia palestina tienen a Israel en su momento más débil internacionalmente con una crisis política interna y a punto de poner en jaque al gobierno del fascista y sionista de (Benjamin) Netanyahu, que ha estado muy criticado dentro y fuera de Israel, poniendo de manera complicada su relación con Estados Unidos. En definitiva, lo que hay que mirar para evaluar una acción es su conjunto y no solamente una de sus consecuencias.

Sin duda que el genocidio no empezó el 7 de octubre, por eso creo que debemos entender que las acciones de Israel desde el 7 de octubre son el último paso en un largo plan genocida que ha tenido Israel con respecto al pueblo palestino en ese territorio. No solamente como una respuesta coyuntural a un ataque porque ese tipo de acciones bombardeos, hambriar, destruir hospitales, tomar gente prisionera son cosas que Israel viene haciendo desde antes del 48′. No es algo nuevo.

Entonces, las valoraciones que se tengan sobre la táctica utilizada por algunos elementos de la resistencia es un debate abierto, no hay que tenerle miedo, porque uno puede discrepar. Tampoco debiésemos tomar la posición de justificar cualquier cosa, hay que poder criticarlo en el marco de una comprensión de que se trata de resistencia, que no es terrorismo, porque lo que hace la definición de terrorismo es… como cuando se le llama terrorista al pueblo mapuche en resistencia, porque cuando se dice que son terroristas es una manera de anular cualquier comprensión política del problema de concederle a ese sujeto en resistencia sus argumentos propios y se lo convierte en una especie de psicópata colectivo que lo único que quiere es destruirlo. Y eso no es así ni en el caso de Hamás ni en el caso de Israel… es decir, Israel tampoco es un Estado psicopático, sino que es un Estado nación en una clave etnonacionalista y sionista, y eso no es psicopático, se sigue muy racionalmente de un Estado sionista el exterminio de los palestinos, para ellos es normal y natural verlo en esa dirección, solo que es genocidio.

– Para cerrar la conversación, cuéntanos de las movilizaciones que se están convocando durante el mes de marzo que, entiendo buscan llegar al 30 de marzo, Día de la Tierra Palestina, más articulados.

Este Día, 30 de marzo, es un día internacionalmente reconocido y que lo que hace es unir  a la comunidad palestina y a quienes solidarizan con la causa en todo el mundo en torno a ciertas movilizaciones y acciones. Por eso que de camino a ese 30 de marzo, nos empezamos a mover para organizar algunas fechas. Entre ellas está una movilización este domingo 17 de marzo en Santiago.

El 23 de marzo lo hemos caracterizado como una jornada nacional de movilizaciones, es decir, que no es solo en Santiago sino también en otras ciudades, porque es muy importante saber que hay palestinos y palestinas, y también gente que solidariza con Palestina en todo Chile. Por eso van a haber acciones en muchos lugares: en Puerto Montt, en Valdivia, en Concepción, en Chillán, en Maule, Valparaíso, etc y en Santiago. Van a haber caravanas por ejemplo, desde Valparaíso a Santiago para sumarse a la marcha. Por lo tanto va a ser un día movilizado en todo Chile.

El día 30 de marzo al menos en Santiago se está convocando a una actividad político cultural en la Plaza Ñuñoa para conmemorar el Día de la Tierra Palestina. Imagino que se están organizando otros eventos en todo Chile.

– Bueno Pablo, muchas gracias y te dejamos la palabra abierta para que nos des un cierre

Muchas gracias por la conversación, saludar a quienes nos han estado escuchando el programa y hacerles una invitación: a pensar seriamente en lo que significa hoy día Palestina en este contexto. Lo que significa que veamos un genocidio televisado y que eso nos tenga tan desmovilizados, con tan poca rabia. ¿Y por qué es importante? No solo porque sea moralmente reprochable que se esté asesinando a tantas personas en esas circunstancias en otro lugar del mundo, sino porque en este contexto lo que está haciendo Israel y el proyecto de Israel es abiertamente una amenaza para el resto del mundo. Es decir, lo que está ocurriendo en Palestina podría llegar a ocurrir en cualquier lugar del mundo, y podría pasar que nos estén masacrando y que a nadie le importe en el resto del mundo… o que, aunque a mucha gente le importe y se movilice aún así nuestros gobiernos no hagan nada al respecto.

Lo que creemos es fundamental entender hoy día para chilenas y chilenos, sean o no descendientes palestinos, tengan alguna solidaridad activa con el pueblo palestino, es entender que lo que está en riesgo con el genocidio palestino es el destino de la humanidad, es el valor que tienen los derechos humanos, es el valor que tiene el sistema internacional de Naciones Unidas para poder frenar este tipo de cosas. Es la responsabilidad que tienen los Estados a nivel mundial de hacer cumplir los acuerdos y los tratados internacionales contra el genocidio, la tortura, etc. Por lo tanto, a pesar de que parezca algo lejano, lamentablemente en este contexto de crisis mundial, está más cerca de lo que creemos. Esa es la invitación a reflexionar y a activarnos y movilizarnos en función de esa reflexión también, porque solidarizar con Palestina hoy es ir engendrando la solidaridad futura que otros tendrán con nosotros y nosotras cuando nos toque algo tan difícil como eso.

Por: Javier Karmy, periodista

Programa radial Aire Puro – Gaceta Ambiental