Comunicado MAT frente a la salida de Jaime Mañalic, ex ministro de Salud

Tras meses de manejo autoritario y errático, manipulación de datos, miles de muertes y ya las casi 170.000 personas contagidas de COVID19, Jaime Mañalich renuncia al Ministerio de Salud sin ningún tipo de sanción. Lejos de considerarla una señal auspiciosa, esta salida del gabinete expresa una profunda crisis en el manejo de la pandemia por parte del gobierno y, sobre todo, muestra una preocupante situación en lo que es, seguramente, uno de los momentos más agudos de la pandemia.
Además, entra al Ministerio Enrique Paris, quien continuará la pésima gestión de lo hecho por Mañalich, pero además quien cumplió un rol fundamental en la validación de una serie de proyectos extractivos, como es el caso de la Termoeléctrica Castilla, cambiando sólo el rostro de una misma política que se basa en la mercantilización de la salud y la protección de las ganancias.
Según han manifestado diversas organizaciones sociales, comités de expert@s, investigaciones académicas, organizaciones de salud y las formas en que en otros países se han abordado, muchos de los desastrosos efectos de la pandemia podrían haber sido evitados, disminuidos o contrarrestados. Por lo tanto, la crisis actual es consecuencia y responsabilidad de las decisiones sanitarias, políticas y económicas impulsadas desde el Ministerio de Salud encabezado por Jaime Mañalic y que fueron respaldadas por Sebastián Piñera.
Son ellos los que deben responder por todas las muertes y consecuencias de la precarización de nuestras vidas, y que, probablemente, se agudizarán los próximos días.
Todos los efectos sociales, económicos, políticos y ambientales que hoy nos afectan en la pandemia fueron denunciados como problemas estructurales desde hace años, y en especial desde la revuelta de octubre del año pasado. Incluso los agentes extractivistas han intentado aprovechar la pandemia para intensificar su apropiación de los territorios en sacrifico, a través de la megaminería, el agronegocio, las forestales, entre otras actividades. Por lo mismo, no es desde un cambio de gabinete ni de medidas acotadas de un nuevo Acuerdo Nacional desde donde surgirán respuestas y alternativas a la crisis. Solo desde la organización territorial y la solidaridad entre pueblos encontraremos respuesta.
Llamamos a multiplicar las formas populares de apoyo mutuo para lidiar con las consecuencias de la crisis, manteniendo al mismo tiempo la presión y vigilancia al gobierno y los empresarios, pues estas acciones han dado resultados para hacer retroceder sus medidas contra la vida. Llamamos a que se escuche la voz de los y las trabajadoras de la salud y sus organizaciones, de los territorios golpeados de manera violenta por el mal manejo del gobierno en esta pandemia. Por último, manifestamos que solo a través de una Asamblea Constituyente plurinacional, feminista y desde un enfoque socioambiental podremos revertir las políticas de un Estado subsidiario que ha privatizado todos nuestros bienes comunitarios.
MOVIMIENTO POR EL AGUA Y LOS TERRITORIOS