Hace más de 50 años que la concesión a este club de yates ha implicado un grave daño para pingüinos y otras especies que habitan el lugar. Ante una posible no renovación de la concesión, la Cofradía -entre cuyos socios hay prominentes Chicago boys- ha comenzado a permitir medidas de mitigación, lo que no incluye la principal: la eliminación del pedraplén que conecta la isla con el continente.
En 1968 nació la Cofradía Náutica del Pacífico Austral bajo el alero de entonces reconocidos personajes del mundo civil y de la Armada, quienes luego estuvieron estrechamente ligados al golpe de Estado y posteriormente a la dictadura; el magnate dueño de El Mercurio, Agustín Edwards Eastman; el marino y ministro de Relaciones Exteriores de Pinochet, Hernán Cubillos; el eterno miembro de la Junta Militar, José Toribio Merino; Roberto Kelly, Chicago boy y ministro de la Oficina de Planificación Nacional de la dictadura, entre otros.
En torno a la Cofradía, estos personajes se reunieron para apoyar el golpe de Estado y luego la planificación económica de la dictadura, bajo las ideas de la escuela de Chicago y sus seguidores en Chile, lo que quedó plasmado en un texto denominado El Ladrillo.
Sin embargo, la idea inicial para conformar la Cofradía era tener un espacio para instalar los yates y embarcaciones de sus socios y sus familias acomodadas. Es así como el 9 de diciembre de 1977 mediante el decreto supremo nº 1.132, el Ministerio de Defensa Nacional le otorgó la concesión de una parte de la orilla de Algarrobo y del Islote Pájaros Niño, por un plazo de 20 años que vencería en 1997. El lugar, que está inscrito a nombre del Fisco, considera un área de 9.878 metros cuadrados.
Tras la la entrega de la concesión, la Cofradía construyó un muelle para los yates. Para ello debió cerrar el sector a través de un pedraplén de 150 metros que creó una bahía artificial y que hizo del islote, una península, en términos prácticos, al conectarla al continente.
Es así como las embarcaciones quedaron al abrigo de las corrientes, y el islote dejó de estar aislado, lo que tuvo un profundo impacto negativo en la flora y fauna de ese espacio rocoso, habitado principalmente por pelícanos, gaviotas, y pingüinos de Humboldt y de Magallanes.
Tras 20 años, la concesión fue renovada el 28 de noviembre de 1997 por el Ministerio de Defensa Nacional con una vigencia hasta el 30 de junio de 2017. Ese último año, el proceso que debía conceder la segunda renovación quedó pendiente y ahora la Cofradía se mantiene en el sector con una prórroga, todo esto debido a la gran oposición de quienes quieren proteger la zona de depredadores y de las acciones humanas que ponen en peligro la flora y fauna que habita y transita por lo que alguna vez fue una isla.
Ante estos hechos, un grupo organizado de vecinos y activistas medioambientales decidieron presentar una demanda, inédita en Algarrobo y en Chile, que ahora tiene sobre la cuerda floja la renovación de la concesión del terreno a la Cofradía.
Una demanda y décadas de destrucción
El 23 de julio de 2019 el Comité Ambiental Comunal de Algarrobo ingresó una demanda ante el Tribunal Ambiental de Santiago en contra de la Cofradía Náutica del Pacífico en busca de una reparación del daño ambiental que ha provocado al Islote Pájaros Niño. La demanda busca que la Cofradía no obtenga la renovación de la concesión. Fue declarada admisible en agosto y aún se están realizando las diligencias de la investigación.
A la demanda se sumó también, en diciembre de 2019, el Movimiento Medio Ambiental Rescate Pingüino, organización que nació en 2013 con la finalidad de abogar por la protección de las aves. Meses antes de su creación, el 12 de octubre de 2012, el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) había presentado una denuncia por maltrato animal ante la Fiscalía de San Antonio, luego de que en julio de ese mismo año recibieron una denuncia anónima que acusaba a funcionarios del club de yates del rompimiento de huevos de aves en el islote.
Con esa denuncia se hizo de público conocimiento que “personas pertenecientes a la Cofradía Náutica estaban destruyendo nidos y huevos de pingüinos, además habrían dado muerte a varios ejemplares de pingüinos y otras especies de aves tales como pelícanos y gaviotas”, según dice la demanda.
Según declaró uno de los trabajadores de la Cofradía que había actuado en el delito -y según consta en un informe de la PDI de la época- fue enviado por el gerente del lugar, Francoise Carlier, para que eliminara los huevos de aves pues sus fecas podían ensuciar los yates de los socios.
Este antecedente, que fue denunciado en varios medios de comunicación, dificulta el proceso de la segunda concesión puesto que la Cofradía no garantizaría el cuidado y preservación del islote que está protegido por ley.
Su cuidado es un tema para el país: El 29 de junio de 1978 mediante el decreto nº 622 del Ministerio de Educación, el Islote Pájaros Niño fue declarado como Santuario de la Naturaleza por “estimarse de importancia ecológica la preservación de la especie de avifauna existentes en dicho islote, particularmente de la especie Pingüino de Humboldt”, dice parte del decreto.
Entre los puntos que expone la demanda ante el Tribunal Ambiental, está la disminución poblacional del pingüino de Humboldt por la intervención de la Cofradía. Según los datos recopilados por el Departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad de Algarrobo, entre los años 1990 y 2015 hubo una disminución de 87% de la especie en el Islote Pájaros Niño.
“Ese islote estaba bien como estaba. Al modificarse el escenario y hacer un puente se pueden introducir diversas especies perjudiciales para los pingüinos y otras aves que nidifican allí. Estos animales se pueden comer sus huevos y pollos. Es un desastre ecológico modificar un ambiente de esta manera, ya que no hay muchos lugares donde los pingüinos se puedan reproducir. No pueden defenderse contra ellos porque no evolucionaron para eso” comenta a INTERFERENCIA la bióloga y experta en estas aves, Carolina Yáñez.
Otra de las investigaciones mencionadas en la demanda, es la realizada por la doctora en Ecología y Biología Evolutiva, Fernanda Salinas. Esta arrojó alarmantes cifras respecto a la variación en la población de pingüinos. Si en 1990 había sobre dos mil de ellos, en 2014 esta había disminuído a 87 ejemplares actualmente.
Además de los pingüinos, el islote es un hábitat que tiene cerca de 25 especies de aves, según indican los censos realizados por el Departamento de Medio Ambiente de la comuna. Con los datos recopilados a través de los años, estos muestran que todas las especies de aves han disminuido su presencia en el islote. Desde la década del 90 hasta ahora, la diversidad biológica en la zona ha disminuído en un 30,5%, indican los datos de la Municipalidad de Algarrobo.
La flora y cobertura vegetal del Islote Pájaros Niño también se ha visto afectada, principalmente por la presencia de conejos que han ingresado a través del pedraplén. Debido a que hoy en día la presencia vegetal en el islote es mínima, esto ha generado una erosión crítica del suelo. Según indicó la Secretaría Regional Ministerial de Medio Ambiente, esta erosión junto a la casi nula cubierta vegetal y la lluvia que es típica del litoral “han generado que la erosión haya sobrepasado el nivel de resiliencia de estos ecosistemas impidiendo que estos puedan recuperarse de forma natural”.
Todo esto califica como daño ambiental por la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente, que lo define como “toda pérdida, disminución, detrimento o menoscabo significativo inferido al medio ambiente o a uno o más de sus componentes”, según indica la demanda.
Como antecedente, la demanda señala que en agosto de 1977 el Instituto de Ecología ya se oponía a la construcción del molo que uniría el continente con el islote, “por considerarlo atentatorio contra el equilibrio ecológico de los ecosistemas comprometidos” y solicitaba además la detención inmediata de las construcciones en el lugar. También advertían del impacto que sufriría la flora y fauna por el camino que tendrían los depredadores para llegar a la isla.
También, en el documento se da cuenta de un episodio llamado Matanza de los pinguïnos a través de un testimonio entregado ante la PDI . Este indica que “entre los años 2003 y 2005 hubo una matanza de pingüinos por parte de perros callejeros, los cuales mataron alrededor de unos 200”.
La situación de la disminución de la avifauna también fue advertida a la comunidad de Algarrobo por el Departamento de Medio Ambiente del municipio el 10 de agosto de 2017. En una charla dieron a conocer los resultados del Informe Técnico Fase 1 y Fase 2 del Plan de Manejo del Santuario de la Naturaleza Islote Pájaros realizado posteriormente a la Matanza de los pingüinos. El resultado fue lapidante. Los monitoreos realizados comprobaron la desaparición total de la colonia reproductiva del Pingüino de Magallanes. Mientras que el Pingüino de Humboldt sufrió una disminución del 87% de su población general y un 85% de su población reproductiva.
“De los 90 para adelante hay censos que ya están en publicaciones científicas, como los de Alejandro Simeone, que estudió el islote por varios años, y de Conaf, que muestran disminución de pingüinos, pero es difícil comparara con el escenario anterior, pues no lo tenemos. Sí podemos ver que desde esa década de los 90, ha habido una disminución bien importante”, cuenta el biólogo Marcelo Inostroza, encargado del área de medio ambiente de la Municipalidad de Algarrobo, en conversación con este medio.
La situación del islote es particularmente preocupante debido a la importancia que este cumple para la mantención del pingüino de Humboldt. Según el Boletín técnico nº 66 de la Conaf, entre Iquique y Algarrobo existen 14 localidades donde este se reproduce, siendo el Monumento Natural Isla Cachagua y el Islote Pájaros Niño las dos principales colonias de la zona centro de país.
Contrademada y acciones de última hora
En este momento la demanda sigue avanzando en su proceso normal en el Tribunal Ambiental de Santiago. Tras la presentación de los demandantes, la Cofradía respondió a la demanda en septiembre de 2019.
En dicha respuesta, la Cofradía niega las acusaciones que se le imputan en la demanda. Afirma que toda la entrega de la concesión, en 1977, está dentro de la ley y del cuidado del medio ambiente. Para sustentar esto, la entidad cita un informe de 1979, realizado por Odeplan (la entidad antecesora del Ministerio de Desarrollo Social) y el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), liderados en ese entonces por Miguel Kast Rist y Héctor Hevia Yanes, quienes examinaron el cuidado de la naturaleza del islote y entregaron el visto bueno a las medidas para cuidar el roquerío, que en esos años consistió en una reja. La respuesta no menciona la cercanía de los fundadores de la Cofradía con la dictadura, hasta el punto de que varios de ellos fueron altas autoridades.
“Este grupo de profesionales ha concordado en que las condiciones ecológicas en que se encuentran las aves marinos son óptimas verificando la presencia de polluelos de pingüinos a escasos metros de la reja de aislamiento que se puso en la isla y la nidificación de aves marinas en el roquerío mismo formado por el molo de la marina construida, lo cual hace concluir que la prohibición absoluta de visitantes a la isla ha sido la mejor protección efectiva que se les haya podido brindar a estas aves», expresa la contrademanda.
La Cofradía también advierte sobre la preescripción del delito de rompimiento de huevos de pingüinos y que dicho proceso quedó sin imputados, y entrega una serie de antecedentes que demostrarían el cuidado que han tenido con el lugar: procesos de desratización, enrejado de la zona, apoyo a las gestiones de la Municipalidad de Algarrobo, restricción en el acceso a personas al islote, entre otras. La contrademanda no responde -eso sí- al antecedente que indica que a fines del 2019 nuevamente un zorro entró al islote y depredó huevos de pingüinos.
Tras el escándalo del 2012 y la denuncia en medios de comunicación del rompimiento de huevos, se generó un comité con variadas organizaciones para buscar soluciones a la amenazas de la flora y fauna del islote Niño Pájaros. En él participó la Cofradía, el SAG, Sernapesca, la Municipalidad de Algarrobo, el Consejo de Monumentos Nacionales, la Armada, entre otros.
Finalmente la Municipalidad fue la que se hizo cargo del islote en su cuidado como como santuario. En específico fue su unidad de medio ambiente, la que desarrolló un plan de manejo del santuario que ha tenido efectos: en los últimos años la población de estas aves se ha duplicado en un plazo de cinco años. Básicamente -comentan en Algarrobo- todo ha mejorado desde que la Cofradía se ha desentendido del islote.
“Nosotros funcionamos totalmente autónomos como Municipalidad. De los logros de estas reuniones se hizo un plan de manejo que se aprobó en 2016 y el departamento de medio ambiente aprobó este plan de manejo, que fue el primero de este tipo en Chile. Con recursos municipales, que no son muchos, hemos sacado este plan adelante, y también con alianzas estratégicas de otros servicios del estado y universidades”, explica Marcelo Inostroza, a cargo del área de medio ambiente y del plan de manejo municipales.
Inostroza cuenta que además se está re-vegetando el islote, la flora original, que casi estaba desapareciendo, debido a la erosión y el cambio climático. Esa erosión también afectó los nidos de los pingüinos, que excavan para anidar sus huevos en esos lugares.
“Se trabajó harto con la Cofradía para exigirles mejoras, a través de la Armada. Ya se hizo un segundo cierre [una reja] y medidas para resguardar mejor este ecosistema, pero es algo de largo plazo, ahora recién se está recuperando la población de pingüinos, pero volver al estado que estaba a inicios de los 90 es muy difícil, además porque también la especie tiene fluctuaciones a nivel regional y nacional, sus colonias han ido cambiando. Se ve afectado también por el fenómeno del niño, el cambio climático, la sobreexplotación pesquera”, explica Inostroza.
Con respecto a la continuidad de la concesión, el organismo a cargo es el Ministerio de Defensa. Mientras que la Cofradía insiste en quedarse ahí. En octubre de 2019, el grupo de vecinos que realizó la demanda asistió a la comisión de Defensa de la Cámara a plantear sus resquemores con respecto a la concesión a la Cofradía. Para ellos la única solución es que el islote vuelva a estar aislado, lo que implicaría el derrumbe del pedraplén y el el desabrigo del muelle del club de yates.
“Si se eliminara el puente, de seguro con los años los pingüinos recuperarían su espacio pero estas cosas toman tiempo”, comenta a INTERFERENCIA la bióloga Carolina Yáñez.
También el senador por ese distrito, Ricardo Lagos Weber, ha planteado su descontento con el la estadía del club de yates.
“Espero que una vez que la autoridad termine de recabar todos los antecedentes, y a la luz de las graves denuncias que hemos recibido de diversos movimientos que protegen la biodiversidad presente en Algarrobo, y fundamentalmente, para salvaguardar los pocos ejemplares que quedan del pingüino de Humboldt, el Ministro de Defensa revoque la renovación de esa concesión y la ponga a disposición de una entidad que otorgue garantías plenas para el cuidado y protección del medio ambiente”, señaló el senador.
Un directorio influyente
Desde sus inicios la Cofradía está marcada por las redes de poder de sus fundadores. Actualmente, su directorio aún mantiene estrechos vínculos con los Chicago boys y con personas que se vinculan con las esferas del alto poder económico y político del país. Según los vecinos del lugar, sus socios llegan y se van en helicóptero, según comentan algunos vecinos, y es poco lo que se relacionan con ellos. Tan solo sus trabajadores realizan paseos y talleres con estudiantes, ocasionalmente.
Entre los miembros del directorio que llaman la atención se encuentra el vicepresidente, José Tomás Errázuriz Grez, socio fundador del estudio de abogados Barros & Errázuriz, bufete que actualmente es uno de los más competitivos del mercado, especializado en fusiones y adquisiciones de empresas. Además, su hermano Jorge es amigo personal de Sebastián Piñera y fundador de Celfin, uno de los bancos de inversión a los que el presidente le encargó la administración de sus activos durante su primer mandato.
Errázuriz figura en el Registro Central de Colaboradores del Estado y Municipalidades como presidente de Agrícola Olivia del Huique S.A. Además, es miembro del Colegio de Abogados de Chile, del Centro de Arbitrajes y Mediaciones de la Cámara de Comercio de Santiago y del Consejo Asesor del Centro de Libre Competencia de la Pontificia Universidad Católica de Chile. También es parte del directorio de Coca-Cola Embonor S.A., junto a Leonidas Vial Echeverría.
Por otro lado, quien ocupa el cargo de secretario de la Cofradía es Carlos Vergara Larraín, cónyuge de María Teresa Infante, una de las pocas mujeres que formó parte del grupo de los Chicago boys y quien además fue la última ministra del Trabajo de la dictadura. Además, Vergara es cuñado de Edmundo Pérez Yoma, un poderoso demócrata cristiano y ex ministro de varios gobiernos concertacionistas, quien también fue cónsul general en Bolivia.
Fuente: Interferencia