Sin grandes novedades en términos ambientales se realizó una nueva edición del Foro de Davos en Suiza. Con la presencia de Greta Thunberg, quien denunció que la agenda climática fue ignorada, no se anunciaron grandes medidas desde los líderes económicos globales.
El pasado fin de semana terminó una edición más del polémico Foro de Davos, la polémica cumbre económica que se reúne anualmente en la ciudad suiza de Davos y que congrega a líderes empresariales y políticos. Este año, en particular, llamó la atención la presencia de jóvenes activistas ambientales de diversas partes del mundo, entre quienes se encontraba la sueca Greta Thunberg.
La presión hacia el Foro de Davos en materia de cambio climático se hizo presentes antes del inicio de la cumbre, razón por la cual diversas empresas transnacionales anticiparon el eje climático como parte de sus carteras de inversiones para los próximos años.
Sin embargo, con el paso de los días la agenda climática fue paulatinamente relegada en las conversaciones sostenidas en Davos. Sobre los últimos días, salvo declaraciones independientes de algunos empresarios y la ratificación del Plan Verde Europeo, aunque con suspicacias, ninguna otra medida de gran envergadura surgió en el foro. El último día del evento, Greta Thunberg hizo notar su fastidio.
“Teníamos varias reivindicaciones al llegar. Evidentemente fueron totalmente ignoradas. Pero ya nos lo esperábamos”, declaró la activista sueca de 17 años durante una conferencia de prensa.
Saldo final
Sobre el balance final, el único saldo positivo en términos ambientales sería la adhesión y respaldo de varios empresarios y líderes políticos al denominado Plan Verde Europeo. Este documento sería una hoja de ruta de acciones destinadas a políticos, empresarios y a la sociedad civil para mitigar drásticamente el impacto del cambio climático.
No obstante, los sectores económicos globales mostraron su recelo frente al impacto que este plan tendría en sus industrias. Así lo hizo notar la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
“El Plan Verde anunciado por la Unión Europea sitúa el foco donde debe estar, en convertir los cambios que exige el medio ambiente en un estímulo para la economía. Pero eso significa que habrá sectores que ahora son rentables que dejarán de serlo o lo serán menos en el futuro. Y que la actividad económica y financiera debe incorporar a su análisis de riesgos los derivados de eventos climáticos extremos, que cada vez son más frecuentes”, advirtió la jefa del FMI.
A fin de cuentas, ningún cambio drástico en términos ambientales dentro de un foro caracterizado históricamente por la defensa de los intereses económicos de las grandes transnacionales y de los países más industrializados.
Por José Díaz
Fuente: Servindi