Durante la tarde de este martes, se realizó en la Cámara de Diputados, la interpelación a la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt. Instancia donde la autoridad debió rendir cuentas sobre su presidencia en la COP25 y la política medioambiental de su cartera.
La interpelación estuvo a cargo del diputado Félix González (Partido Ecologista Verde), quien comenzó cuestionando a Schmidt por su rol en la cumbre internacional, que calificó de una “vergüenza mundial”.
Ante esto, la ministra respondió: “Nosotros no estamos satisfechos con los resultados de la COP25, necesitábamos avanzar más. Sin embargo, se necesitaba acuerdo unánime de todas las partes. Vergüenza no, porque vergüenza debiéramos haber sentido por habernos negado tomar la responsabilidad de haber luchado por la acción climática cuando los demás países se estaban negando”.
Respecto del Acuerdo de Escazú, que muchos países han valorado dado que garantiza a los activistas socioambientales el acceso información y justicia, la secretaria de Estado se mostró contraria a la idea de suscribirlo.
“La firma de Escazú pone el riesgo de internacionalizar conflictos que son y deben ser internos y que, justamente, la firma del Tratado pone a Chile en una situación que lo puede perjudicar, y es por eso que lo que estamos haciendo como Gobierno es reforzar la institucionalidad chilena para incluso avanzar más en esta materia, garantizando los derechos de todas las personas en el acceso a la Justicia, en el acceso a la información ambiental y a la participación ciudadana, sin poner en riesgo que se perjudique a nuestro país a través de la internacionalización de proyectos”, señaló Schmidt.
En relación a la escasez hídrica que afecta a gran parte de país, la jefa de cartera sostuvo que aquello es una prioridad para el gobierno y que trabajan en soluciones para ese tema. Sin embargo, señaló que la respuesta no está en “cambiar la Constitución”, sino que en la celeridad con que se actúe.
Fuente: El Desconcierto