“Las acciones llevadas a cabo por los movimientos de liberación se entienden en el contexto del derecho a resistir que tiene el pueblo palestino hasta su plena consecución de la liberación, la autodeterminación y el retorno”, sostienen Lubnah Shomali, directora de promoción e incidencia, y Cathrine Abuamsha, Coordinadora internacional y jurídico, de BADIL, una ONG con sede en Belén que promueve los derechos del pueblo palestino. También describen la crítica situación que se vive en Gaza y las políticas israelíes extendidas en toda la Palestina Histórica.
BADIL, Centro de Recursos para los Refugiados Palestinos, es una ONG independiente de derechos humanos comprometida con la defensa y promoción de los derechos de los refugiados palestinos y los desplazados internos. Desde 1998 impulsa los derechos individuales y colectivos del pueblo palestino sobre la base del derecho internacional humanitario. Esta entrevista exclusiva para La Voz de los que Sobran busca relevar las voces palestinas que defienden su territorio.
Desde Belén las activistas de BADIL ponen énfasis en el derecho que tiene el pueblo palestino a resistir la dominación colonial y el apartheid. Asimismo, relatan las políticas más crudas que está llevando a cabo el régimen de Netanyahu para cometer el genocidio en Gaza de forma impune. También hacen un llamado a movilizar a las personas concientes para que presionen a los gobiernos y así terminar cuanto antes con esta masacre, apoyando los caminos de la liberación del pueblo palestino.
- ¿Pueden describirnos cómo ha estado la situación en Gaza, así como en Cisjordania y Jerusalén, y en Palestina en general, en los últimos 4 meses?
A pesar de que el 7 de octubre marca el inicio de la guerra genocida israelí en la Franja de Gaza, la situación tanto en Gaza como en Cisjordania -incluida Jerusalén- ha sido catastrófica durante mucho tiempo. Esto porque las políticas y prácticas cotidianas sionistas-israelíes afianzan la Nakba en curso, y siguen llevando a cabo un proceso de limpieza étnica y de apropiación de la tierra de la Palestina Histórica (de 1948).
Pero desde el 7 de octubre de 2023 los palestinos en la Franja de Gaza se han enfrentado al genocidio, al desplazamiento forzado masivo, al hambre y a la denegación y restricción de ayuda humanitaria así como a servicios básicos críticos, como atención sanitaria y educación. Desde el comienzo de la guerra genocida, Israel ha utilizado la fuerza directa e indirecta contra la población palestina en la Franja de Gaza, asesinando a casi 30.000 palestinos, demoliendo entre el 70 y el 80 por ciento de las viviendas y la infraestructura crítica de Gaza y desplazando por la fuerza al 75 por ciento de la población. Israel también ha causado, consciente e intencionalmente, un daño irreparable que tendrá un impacto devastador y a largo plazo sobre los palestinos en la Franja de Gaza y ha impuesto condiciones de vida que poco a poco provocarán su muerte: hambre, deshidratación y destrucción masiva de la población civil así como de infraestructura residencial.
Durante casi cinco meses de iniciados los ataques genocidas israelíes en la Franja de Gaza, la limpieza étnica del pueblo palestino claramente sigue siendo el objetivo final del régimen colonial de apartheid israelí. Para ello recurre deliberadamente tanto a acciones directas, como la agresión armada o acciones indirectas como la creación sistemática de un entorno coercitivo generalizado y extremadamente insoportable para más de 2,3 millones de palestinos en la Franja de Gaza. En definitiva, hacerlos elegir entre la muerte, el hambre, la deshidratación, las enfermedades y un mayor desplazamiento interno o derechamente el abandono de la Franja de Gaza. En otras palabras, desplazar a la población por la fuerza con una ilusión de supervivencia.
En Cisjordania el pueblo palestino también ha estado soportando una creciente represión israelí. Esta se lleva a cabo mediante redadas israelíes intensificadas contra comunidades palestinas centrándose específicamente en los campos de refugiados. Las fuerzas israelíes han estado atacando hospitales, dañando y destruyendo gravemente infraestructura como las redes principales de electricidad, agua y alcantarillado, así como tuberías y tanques de agua en muchos campamentos además de demolición de viviendas. En 2023 Israel desplazó por la fuerza a 4 mil palestinos en Cisjordania. Entre el 7 de octubre y el 21 de febrero de 2024, ha desplazado por la fuerza a 1.208 palestinos. Además, se han intensificado cada vez más las detenciones arbitrarias y desde el 7 de octubre se ha detenido a 7.150 palestinos más. Los prisioneros palestinos son torturados, degradados y maltratados a diario. Entre el 7 de octubre de 2023 y el 30 de enero de 2024 las fuerzas israelíes asesinaron a 370 palestinos, incluidos 94 niños. Además, desde el 7 de octubre, las fuerzas israelíes han implementado 49 nuevos puestos de control en Cisjordania y han cambiado el estado de 100 de los 645 puntos de control preexistentes (checkpoints), activándolos e imponiendo cierres completos en determinadas zonas (barrios).
Las consecuencias de tal aumento en la represión de la población palestina en Cisjordania han sido las siguientes: mayor fragmentación y aislamiento a más ciudades, pueblos y comunidades vulnerables entre sí; interrupción del acceso a los servicios básicos y de la entrega de ayuda humanitaria, especialmente a los campos de refugiados; ha fomentado la violencia colonizadora; se han puesto impedimentos o restricciones graves a la libertad de circulación; y se ha creado un entorno aún más coercitivo que conduce a transferencias forzadas (de población).
- ¿Cuáles son los mecanismos que Israel ha utilizado para intensificar su opresión, genocidio y colonización del territorio palestino desde el 7 de octubre?
Israel ha utilizado varios mecanismos que han intensificado su opresión en múltiples niveles y, aunque esta lista no es exhaustiva, lo que sigue son algunos de los principales mecanismos: (1) Persecución y castigo colectivo; (2) Ignorar sus obligaciones bajo el derecho internacional humanitario de garantizar la seguridad de la población palestina protegida (por ejemplo, en campos de refugiados); (3) Destrucción deliberada de infraestructura civil y denegación de refugios seguros y evacuaciones adecuadas; (4) ataques deliberados contra personas y propiedades protegidas, como hospitales, refugios, instalaciones de las Naciones Unidas, personal y objetos médicos, paramédicos y ambulancias, y periodistas de las Naciones Unidas e internacionales de otro tipo; (5) negar derechos humanos básicos como el acceso a alimentos, agua, medicinas, la circulación, la atención médica, la educación o la vivienda; (6) el uso de fuerza letal ilegal y directa, y el uso de armas altamente destructivas prohibidas internacionalmente; (7) imponer un asedio total; (8) restringir y utilizar la ayuda (humanitaria) como arma, provocando deliberadamente hambruna, deshidratación y una carencia excesiva de todas las necesidades básicas, exacerbando tanto su guerra genocida como un entorno coercitivo ya insoportable.
Eso no sería posible sin el apoyo militar, económico y político de otras potencias coloniales que ayudan e incitan el genocidio que está llevando a cabo Israel. Esto incluye estados que arman a Israel y ofrecen otro tipo de apoyo material; desfinanciar a la UNRWA (Unated Nation Relief and works agency for palestine refugees in the near east) en medio de este genocidio; no exigir responsabilidades a Israel; no garantizar u obstruir la imposición de un alto el fuego (como los tres vetos de EE. UU.) y no apoyar el caso de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
- ¿Cómo se ha organizado la sociedad civil palestina después del 7 de octubre? ¿qué papel juega Hamás en Gaza, Jerusalén y Cisjordania?
Debido a la represión israelí descrita anteriormente la organización y movilización palestina ha sido muy limitada. Los palestinos están siendo asesinados, desplazados, arrestados e intimidados. Están siendo monitoreados en las redes sociales e incluso un “me gusta” puede tener graves consecuencias. La incitación, demonización y deshumanización ha alcanzado niveles asombrosos. Sin embargo, las organizaciones palestinas de derechos humanos han sido muy activas tanto en la sensibilización como en la promoción en todos los niveles: local, nacional, regional e internacional. Hemos estado produciendo y difundiendo herramientas de promoción de todo tipo, estableciendo redes y coordinando con el movimiento de solidaridad internacional y colaborando con mecanismos legales y de la ONU. Esta guerra es tanto mediática como física, y es necesario influir tanto en la voluntad pública como en la política. Por lo tanto, son de suma importancia las acciones directas por parte del movimiento de solidaridad internacional que presionen a los estados para que cumplan con sus obligaciones de prevenir el genocidio y responsabilicen a Israel por sus crímenes internacionales.
En cuanto a Hamás, es uno de los muchos partidos políticos palestinos existentes. Es un componente del tejido político palestino. ¿Todos los palestinos pertenecen y/o apoyan el enfoque y la plataforma política de Hamás? No, existe Fatah, si recuerdan, y tiene un enfoque y una plataforma política diferentes. La conclusión es que el panorama político nacional palestino es diverso, no es homogéneo, como todos los demás paisajes políticos nacionales en Francia, Alemania o en cualquier otro lugar.
Independientemente de cómo se sienta la comunidad internacional -incluidos los Estados y la sociedad civil internacional- acerca de Hamás y sus acciones del 7 de octubre, el pueblo palestino tiene el derecho a resistir la dominación colonial y el apartheid en la búsqueda de lograr sus derechos a la autodeterminación y al retorno (su liberación). Esto es Derecho Internacional, es un hecho consagrado en tratados internacionales, convenciones, principios y resoluciones específicas de la ONU.
4-. ¿Cómo se pueden entender las acciones llevadas a cabo por Hamás, la Jihad Islámica y otras organizaciones de resistencia el 7 de octubre? ¿Qué ha cambiado en Israel desde entonces?
Las acciones llevadas a cabo por los movimientos de liberación palestinos se entienden en el contexto del derecho a resistir que tiene el pueblo palestino hasta su plena consecución de la liberación, la autodeterminación y el retorno. Según el derecho internacional, la explotación, la subyugación extranjera y la dominación colonial -todos los cuales Israel ha estado imponiendo desde 1948- se consideran crímenes graves, que violan el derecho a la autodeterminación y obstaculizan la paz y la seguridad internacionales. El derecho internacional apoya y protege la lucha de los pueblos por la autodeterminación, permitiéndoles utilizar cualquier medio necesario para liberarse de la ocupación y la dominación colonial-apartheid. La lucha armada del pueblo palestino se justifica según el derecho internacional. Dicho esto, Israel, como opresor colonial, demoniza todas las formas de resistencia palestina: la resistencia armada y no armada.
Por ejemplo, Israel tiene un ministerio dedicado a combatir y criminalizar el Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), una forma legítima de resistencia no armada. También ha invertido importantes esfuerzos en deshumanizar al pueblo palestino llamándolos “animales humanos”, por ejemplo. La historia ha demostrado que esto es “Opresión / Dominación 101”, demonizar y deshumanizar al “otro” para justificar la opresión. Recuerden lo que se dijo (y hasta cierto punto se sigue diciendo) sobre las personas de color o la comunidad queer.
Mientras el genocidio continúa sin cesar en Gaza y la creciente represión continúa sin cesar en Cisjordania (incluida Jerusalén) y la Palestina (histórica) de 1948 -esencialmente contra todo el pueblo palestino independientemente de dónde se encuentre-, Israel no ha cambiado. Es el mismo Israel que ha perpetrado la Nakba de 1948, es el mismo Israel que ha perpetrado la Nakba en curso, es el mismo régimen colonial de apartheid que desacata el derecho internacional y los derechos humanos, y puede hacerlo gracias al apoyo y la complicidad de los Estados coloniales occidentales que le proporcionan impunidad. Ejemplo: Estados Unidos ha utilizado su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU por tercera vez para anular una resolución de alto el fuego. Y debido a esta impunidad, apoyo y complicidad, Israel no tiene limitaciones ni restricciones y por eso es más audaz y continúa cometiendo crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio.
5-. ¿Cómo se ve el sistema internacional de derechos humanos a la luz del hecho de que, a pesar de haber lanzado advertencias a Israel, en realidad no ha podido detener este genocidio? ¿Cuál creen que es la importancia del caso presentado por Sudáfrica ante la Corte Penal Internacional de Justicia?
El sistema internacional de derechos humanos, la comunidad internacional y terceros Estados han demostrado constantemente su incapacidad para lograr la paz y la justicia cuando están en juego los derechos del pueblo palestino. Desde mucho antes de la guerra genocida israelí en Gaza, la ONU con sus diversos órganos y mecanismos, ha indicado las continuas violaciones que ha cometido Israel al derecho internacional y que se consideran graves crímenes internacionales contra los cuales el derecho penal internacional indica sanciones claras. Pero la falta de voluntad política así como de acciones y sanciones efectivas contra Israel -que la Carta de la ONU prescribe claramente- se convierten en complicidad y participación en la violación de los derechos inalienables del pueblo palestino.
Las llamadas advertencias lanzadas a Israel y la “preocupación” de la comunidad internacional son en su mayoría falsas. Las acciones hablan más que las palabras. ¿Y adivinen qué? Los aliados coloniales occidentales de Israel no han tomado medidas prácticas para responsabilizar a Israel, ni ahora ni durante los últimos 76 años. No sólo no han cumplido con sus obligaciones de responsabilizar a Israel, sino que también han estado involucrados en el genocidio al no imponer un alto el fuego, no garantizar ayuda humanitaria sin restricciones, desfinanciar a la UNRWA y apoyar a Israel material, militar y políticamente.
La importancia de la decisión de Sudáfrica de llevar a Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por su genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza en un caso jurídicamente vinculante, pero refleja un paso sin precedentes en la historia de la impunidad de Israel por sus crímenes flagrantes y, a su vez, refleja un ejemplo positivo de un tercer Estado que cumpla sus obligaciones internacionales hacia el pueblo palestino, haciendo que Israel rinda cuentas por sus crímenes. Si bien esto podría allanar el camino para la rendición de cuentas y poner fin al genocidio de Israel y su régimen de apartheid colonial sobre el pueblo palestino, también es importante tener en cuenta que los procedimientos legales son políticos y de largo plazo, y que los resultados a menudo se basan en la voluntad política y el clima que está siendo dominado por los aliados coloniales de Israel. En consecuencia, debemos comprender que las vías legales internacionales son solo una herramienta que debemos utilizar y no limitar nuestras acciones únicamente a plataformas legales. La sociedad civil internacional, por ejemplo, tiene un papel importante que desempeñar a la hora de presionar a los Estados para que respeten el derecho internacional y sus obligaciones mediante acciones directas como manifestaciones, huelgas, protestas y boicots, entre otros.
6-. Desde una perspectiva histórica, ¿en qué medida esta nueva fase de la Nakba que comenzó el 7 de octubre podría provocar la caída (si no lo ha hecho ya) del orden establecido en los Acuerdos de Oslo? En ese sentido, ¿qué creen que vendrá después?
La guerra genocida israelí en la Franja de Gaza ha sido ayudada e instigada por las potencias coloniales que también han estado orquestando planes coloniales para el “día después” sobre quién y cómo se gobernará la Franja de Gaza. Dado que esos planes se adoptan sin tener en cuenta la voluntad del pueblo palestino y nuestro derecho inalienable a la libre determinación, reflejan un nuevo ejemplo de cómo se ha llevado a cabo el proyecto colonial en curso sobre la Palestina Histórica. La imposición de la solución de los “dos Estados” por parte de las potencias coloniales comenzó mucho antes de que se manifestara en los “Acuerdos de Oslo”: recordemos la Declaración Balfour (1917), el Plan de Partición de la ONU (1947). Pero los Acuerdos de Oslo, que no mencionan al pueblo palestino como pueblo nacional ni sus derechos básicos e inalienables, son un mecanismo mediante el cual Israel ha afianzado su régimen colonial de apartheid en la Palestina histórica bajo la apariencia de negociaciones diplomáticas y del llamado “proceso de paz”.
El proceso de paz de Oslo contribuyó al declive de la causa palestina a nivel nacional, regional e internacional, así como a la creciente legitimación del régimen colonial de apartheid israelí. Por lo tanto, la actual guerra genocida israelí no ha dificultado el “orden” de Oslo, no obstante ha revelado aún más el continuo fracaso del proceso de paz de Oslo que se viene produciendo desde hace más de 30 años. En lugar de ello, lo que se debe hacer a continuación es que la comunidad internacional respete los derechos inalienables del pueblo palestino incluyendo la autodeterminación y el retorno, adoptando e implementando un marco de descolonización basado en los derechos.
7-. ¿Cuál es el llamado que le haría a las personas y organizaciones en todo el mundo que quieren apoyar al pueblo palestino en su lucha por la liberación?
El pueblo palestino no dejará de exigir su liberación del régimen colonial de apartheid israelí y el ejercicio de sus derechos inalienables a la libre determinación y al retorno. No podemos lograr la liberación si permitimos que Israel continúe cometiendo su genocidio en la Franja de Gaza. Por lo tanto, las prioridades inmediatas son que el movimiento de solidaridad internacional continue movilizándose estratégica y fuertemente a través de acciones directas que presionen a sus gobiernos para (1) imponer un alto el fuego inmediato e incondicional, incluida la retirada de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza; (2) garantizar la prestación de ayuda humanitaria sin restricciones, mediante la entrega sin obstáculos de convoyes terrestres, aéreos y marítimos; (3) cesar toda ayuda militar, económica y política a Israel e implementar sanciones; (4) reanudar e incrementar la financiación a la UNRWA, como la agencia bajo mandato de las Naciones Unidas con mayor presencia, capacidad y legitimidad para proporcionar ayuda y asistencia en la Franja de Gaza; y (5) levantar el bloqueo de 17 años.
Además, aprovechamos de socializar nuestros llamados a la sociedad civil internacional y a las personas conscientes de todo el mundo para sumar apoyos en la lucha por nuestros derechos inalienables:
1-. Mantener los derechos individuales y colectivos inalienables del pueblo palestino, incluidos los derechos a la autodeterminación y al retorno, y apoyar nuestro derecho a luchar por la liberación, reconociendo que estos derechos están y deben estar siempre presentes como prioridad en cada argumento y/o solución política.
2-. Continuar realizando acciones directas presionando para que se ponga fin al régimen colonial de apartheid israelí y a los crímenes internacionales sistemáticos y generalizados contra el pueblo palestino.
3-. Continuar exigiendo sanciones contra Israel y mantener el impulso y la intensidad de sus esfuerzos de boicot.
Por: Javier Karmy Bolton, periodista
Traducido del inglés por Javier Karmy Bolton