Ante la arremetida propagandística del Proceso Constituyente que se realizará en Chile, manifestamos lo siguiente:
Como personas y dirigencias de múltiples Naciones Originarias de las Regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Valparaíso, señalamos que el Proceso Constituyente por una nueva Constitución para Chile, representa una vez más los acuerdos políticos entre las élites que se han repartido el poder entre la Nueva Mayoría, Chile Vamos y Frente Amplio.
Las y los mismos que han perpetuado el modelo político-económico neoliberal chileno, con el Código de Aguas y el DL 701 (creados en Dictadura), los cuales dividen tierras de aguas, generando conflictos, divisiones comunitarias, empobrecimiento y graves daños a la Madre Tierra con procesos contaminantes en pueblos andinos del norte grande, valles centrales, territorios mapuche, sur austral, además del maritorio oceánico, su biodiversidad y los cauces de los ríos, provocando daños irreversibles en nuestros territorios.
Las y los mismos que han amparado la usurpación de nuestros bienes comunes con un Código Minero que ha dado puerta ancha a las transnacionales extractivistas, que con sus “relaciones comunitarias” y “participaciones tempranas” han engañado, utilizado y dividido a familias, comunidades y territorios, capitalizando nuestra cultura, llegando incluso a suplir con funciones de un Estado “democrático” en los territorios ancestrales de nuestros pueblos originarios, usando estrategias similares a las de negocios ilícitos como en el narcotráfico.
Las y los mismos que han despojado y mercantilizando los sitios funerarios donde descansan nuestros antepasados, saqueando y profanando nuestra espiritualidad ancestral, en aras de la modernidad y el progreso, que sólo enriquece a sus familias y conglomerados, perpetuando aún más sus privilegios.
Las y los mismos, que en 1988 prometieron que con la vuelta a la Democracia seríamos reconocidos en la Constitución Política como Pueblos y que se crearía un Ministerio de los Pueblos. No se debe olvidar la ratificación del Convenio 169 de la OIT, después de 10 años de espera, donde crearon los Reglamentos del decreto 66 y 40, los que no cumplen los estándares de la normativa internacional en Derechos Humanos, siendo observados por James Anaya, Relator de Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas.
Las y los mismos que criminalizan la reivindicación territorial catalogándolas de acciones terroristas y que siguen aplicando la política del despojo con juegos de artificios como el “Plan Parinacota” o la implementación con fuerza policial del “Plan Impulsa Araucanía”, entre otros, justificando la “preocupación por el despoblamiento o la pobreza” pero en los hechos no vemos políticas públicas en Derechos Económicos, Sociales y Culturales, todo lo contrario, bajo la excusa de la pandemia, ha aumentado la militarización en los territorios fronterizos con el “Plan Frontera Norte” o el mal llamado Comando Jungla, desconociendo nuestra transfronterización y en el territorio mapuche aterrorizando a la población.
Con todo lo anterior, ¿vamos a creerles esta vez, con sus escaños reservados, padrón electoral indígena, con el Apruebo y Convención Constituyente (en el mejor de los casos, según dicen)?
Es vergonzoso ver cómo quienes se declaran indígenas se arrogan la representatividad de los Pueblos Originarios, donde por medio de las redes sociales publican fotos de personas que siguen el juego de los partidos políticos, van al Congreso o participan en dichas instancias como una “voz válida” y representativa de los Pueblos, sin siquiera tener representación territorial o comunitaria, sino que más bien responden a sus propios intereses personales y de los conglomerados de las élites del poder que son quienes amparan el racismo estructural.
Es preocupante que líderes de las comunidades se dejen instrumentalizar para ser parte de los planes políticos de los partidos que siempre nos han reprimido como Pueblos. Es más, se vanaglorian de ser partícipes de las lógicas WINKA/Q’ARA, no correspondiendo a las tradiciones de los Pueblos de generar vínculos comunitarios, respetuosos y recíprocos con su gente. Son los personeros políticos quiénes se atribuyen la representatividad de las llamadas Macrozonas, considerando solo a sus Asociaciones y no considerando a las diversas comunidades que integran los territorios: QULLASUYU/PIKUNMAPU/WALLMAPU.
Hacemos un llamado a las y los hermanos a no caer nuevamente en este juego, a no creer que la Convención Constituyente es Asamblea Constituyente, porque no son lo mismo.
Estamos despiertos, somos conscientes y sabemos quiénes son las y los “indígenas” que enarbolan la Whipala o la Wenufoye, quienes hacen pawas al mejor postor solo con fines individualistas y partidistas para hacer carrera política bajo las mismas lógicas colonialistas de un Estado Patriarcal.
Como Pueblos Ancestrales, tenemos derecho a ejercer nuestra Autonomía, nuestra Autodeterminación y ahora es cuando debemos accionar para no ser más arrastrades por estas estructuras racistas, WINKA/ Q ́ ARA Colonialistas, patriarcales y extractivistas.
¡POR UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE PLURINACIONAL!
¡POR LOS DERECHOS DE LA MADRE TIERRA!
¡POR LA RESTITUCIÓN DE LOS TERRITORIOS DE LOS PUEBLOS ANCESTRALES!
¡POR LA DEROGACIÓN DEL CÓDIGO DE AGUAS Y DE MINERÍA Y DEL DL 701!
¡POR EL CUMPLIMIENTO DE CONVENIOS INTERNACIONALES!
¡POR LA AUTONOMÍA Y AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS!
Firman: Pueblos Originarios Autoconvocados de Arica, Asamblea Jóvenes Originarios de Tarapacá, Jóvenes Indígenas de Valparaíso
Fuente y contacto: https://www.facebook.com/trawun.tantachawi