En este edición Andrea Vásquez, presidenta de la Coordinadora por la Defensa del Río Loa y la Madre Tierra narra cómo el pueblo de Calama y la región de Antofagasta está en peligro debido a la minería y la alta tasa de contagios del Covid-19.
Según los datos que la ciudadanía está manejando hay casi seis mil contagiados y una relación directa entre la rápida transmisión del virus y la minería. Pues eso ocurre tanto en Calama, en Antofagasta y en Rancagua.
«La situación es dramática», sostiene Vásquez quien acusa que esto deriva de las decisiones de las autoridades, sobre todo porque el «confinamiento es hiṕócrita». Los datos muestran que Codelco lidera la tasa de contagio con casi mil y luego, sigue BHP Billiton con poco más de 200.
En Calama «estaban pidiendo cuarentena porque ya estaban colapsados los servicios de salud desde mayo», sin embargo lo que se exige es «una cuarentena para la minería».
«Los contagios responden al modelo económico extractivista», espeta Andrea y recuerda que en contraposición a la libertad de acción que tiene la minería en la zona, estaba pendiente un Plan de Descontaminación para Calama desde el año 2009.
Ollas comunes
La cuarentena en Calama «es un duro golpe sicológico para las personas y a la economía de las familias, por eso se han levantado ollas comunes», narra la activista.
El problema es que Calama tiene una alta cantidad de población flotante que viajan desde otras latitudes para trabajar en minería de forma tercerizada.
Por eso sostiene que «Codelco es el peor vecino que nos ha podido tocar».
