Que el gobierno y Gendarmería respeten lo suscrito por el Estado chileno a través del Convenio 169 de la OIT, ha sido la exigencia del Machi Celestino Córdova en estos dos meses y medio en huelga de hambre, bajo un crítico estado de salud que lo mantiene hospitalizado desde este miércoles en Imperial, región de la Araucanía.
Luego de la descompensación sufrida por Córdova la noche de este miércoles, ayer pudo ingresar a verlo la doctora Leonor Olate, parte de su red de apoyo en Temuco. En la visita, la profesional constató que «está en un estado de permanente de alto riesgo cardiovascular, su corazón continua latiendo de manera muy lenta, tiene una bradicardia 45 a 50 latidos por minuto.» Además de ello advirtió que el machi tiene una «hipotensión permanente, además de riesgos de fallas renales».
Se suma a los síntomas antes mencionados, la médica advirtió dos graves situaciones que han empeorado la salud del Machi durante estos últimos días: «Él tuvo un sangrado interno visceral importante, en cuanto a cantidad, lo que lo dejó aún más débil y más frágil frente a la situación que ya está. Además de este sangrado, que puede volver a ocurrir en los próximos días porque sigue con dolores en la zona, se suma una alteración de la visión del ojo derecho.»
Al igual que los ocho comuneros presos políticos de Angol y los once de Lebu, Celestino Córdova exige la aplicación del Convenio 169 de la OIT en sus artículos 8, 9 y 10, relacionados con la situación judicial y carcelaria de personas pertenecientes a pueblos originarios, en este caso Mapuche.
Por ejemplo, el Art. N°10 del mencionado tratado internacional, hace menciona a que «las sanciones penales previstas por la legislación general a miembros de dichos pueblos deberán tenerse en cuenta sus características económicas, sociales y culturales. Además agrega que «deberá darse la preferencia a tipos de sanción distintos del encarcelamiento». En este punto es donde hace hincapié la red de apoyo del Machi, condenado en 2013 por su supuesta participación el en bullado caso Luchsinger Mackay. Desde entonces hasta la fecha, Celestino Córdova ha emprendido 5 huelgas de hambre, la última iniciada hace ya 75 días.
Desde la vocería del Machi enfatizaron en que «hoy día estamos contra el tiempo. Toda la solidaridad, toda la ayuda, todo el aporte, toda la movilización es bienvenida.» Giovanna Tabilo detalló también que, «el Machi esta con mucho dolor muscular, no se puede ni mover porque esta contracturado entero, aparte de estar desnutrido».
Considerando el delicado estado de salud de Córdova Tabilo enfatizó en que es urgente de que el gobierno nos dé la posibilidad de explicarle que el Machi es una autoridad espiritual Mapuche y no se puede morir. Es urgente que el gobierno asuma una postura menos radical y más humanitaria en función de lo que significa la vida de las personas, sobre todo acá en el Wallmapu. Siempre dicen que tienen disposición, bueno hoy necesitamos conversar. Llevamos casi 80 días esperando conversar. El machi no va a durar más, porque en la huelga anterior duró 102 días, pero ya está enfermo, viene con secuelas anteriores».
Las afectaciones del Machi Celestino Córdova van desde descompensaciones en su sistema inmune, ligadas a la exposición a largos periodos de inanición, fallas neurológicas y dolor muscular generalizado. A eso debemos sumarle la extrema pérdida de peso en estos 74 días de huelga, bajando de 92kg a 53 kilos actualmente, además de la imposibilidad para mantenerse de pie. Recordemos que hasta el pasado martes, Celestino Córdova debía trasladarse en silla de ruedas porque ya no caminaba producto de los daños a su salud esta su 5ta huelga de hambre en los siete años que lleva preso.
Por: Por Juan Contreras Jara
Fuente: Resumen