Impactado por crisis hídrica, reconocido historiador de registros de glaciares, Marc Turrel, visitó Putaendo tras aprobación de sondajes mineros

Tras encuentros con distintas agrupaciones y unas coplas chinas, concluye visita de Marc Turrel a Putaendo.

El sábado 9 de mayo recién pasado, el conocido  historiador  y editor francés Marc Turrel, visitó la comuna de Putaendo, para conocer su territorio y su gente. Esto, tras el gran impacto que ha causado en la opinión pública, la aprobación del proyecto “Las Tejas” de la canadiense Andes Copper, por medio de Vizcachitas Holding, y la insólita –y altamente cuestionable- votación por videoconferencia, convocada por la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Valparaíso el pasado lunes 20 de abril. En dicha instancia se aprobó por unanimidad de las seremias, 350 sondajes exploratorios en la cordillera de Putaendo, lugar que cuenta con más de 100 glaciares de roca que nutren y dan vida a este lugar imprescindible para la biodiversidad y el patrimonio cultural del Valle del Aconcagua y también del país.

Marc Turrel, es reconocido por sus impresionantes fotografías de glaciares en distintos lugares del mundo, registrando con ello, el retroceso de estos milenarios cuerpos de hielo, tema abarcado en su libro “Hielos en peligro: Glaciares y cuencas andinas”. Hoy es innegable que la pérdida de hielo glaciar se debe al calentamiento global y cambio climático antrópico, generado por las industrias contaminantes. En Chile, diversos antecedentes apuntan a que la minería es una de las actividades que más influye en la desaparición de estos hielos.

Alrededor de las 11 de la mañana, Marc Turrel junto a la Coordinación de Territorios por la Defensa de los Glaciares, recorrieron el centro de la Comuna –que desde el año 2002 fue declarada Zona Típica- acompañados de Mauricio Quiroz, uno de los funcionarios del municipio que participó de la expedición comunitaria que descubrió cientos de glaciares de roca en 2016, develándose un importante Patrimonio Natural para la Comuna.

En palabras de Turrel, “Me gustó mucho el pueblo de Putaendo. No lo conocía. Me sorprendió lo típico de sus calles, el colorido de las fachadas de sus casas, como un rasgo de bondades y alegrías, sonriendo a la llanura desértica del valle. Putaendo es un Macondo chileno, en los Andes áridos, un espejo de colores, frente a las olas pétreas de las montañas.  En la plaza del pueblo, me contaron la historia del Pimiento de San Martín. Diría que todavía se siente el espíritu indomable y valiente del héroe de la Independencia”, lo último, aludiendo al paso del Ejército Libertador de Los Andes por el territorio, de ahí que se diga que Putaendo es el primer pueblo libre del país.

Posteriormente se entrevistó –con medidas de resguardo por el COVID 19- con integrantes de las diferentes organizaciones que allí se articulan, como son la Coordinadora Tres RíosPutaendo Resiste, y el Colectivo Las Mimos. Cada agrupación pudo contarle su visión y experiencia de las diversas formas de lucha frente a la amenaza minera que arremete en la Comuna. Asimismo, se reunió con un representante de los Crianceros del Manzano. Este fue el momento de mayor impacto para el historiador francés, pues pudo conocer la dramática situación de los crianceros, quienes se han visto fuertemente afectados por la escasez hídrica que golpea a la zona. Esta crisis hídrica se agudizó el año pasado, hundiendo aún más a los crianceros, pues significó la muerte de un gran número- en algunos caso pérdida total- de cabras y ovejas, que son las especies preferenciales para la crianza, pero también vacas, caballos y burros, presentes en la comunidad rural. Turrel pudo constatar cómo la falta de agua en el territorio deja a su paso dolor y preocupación para quienes practican esta tradicional forma de vida y economía familiar. La subsistencia de esta práctica es cada vez más frágil producto de la avasalladora “vida moderna” y su demandante consumo de agua, situación que explicita por qué la minería no se puede ni debe seguir sosteniendo como argumento de desarrollo y bien estar, pues resulta totalmente incompatible.

Ante lo presenciado, Turrel comentó: “Hace rato que Putaendo debería haber protegido sus valles y sus cuencas altoandinas, sobre todo en los lugares donde pasó el Ejército Libertador. Es un hito histórico intocable. Entonces, una minera no puede sacrificar la historia nacional, instalando sus faenas en el corazón misma de este extraordinario escenario natural, donde se forjó la Independencia de Chile. Es como si iban a implementar una central nuclear cerca del Castillo de Versalles o de la Bastilla en Francia. ¡No sé cómo se permite esto en Chile! Más allá de los aspectos medio ambientales, está también el patrimonio histórico, la esencia de la memoria de una nación. Aquí, se trazó el camino del Inca, senderos por los cuales el ejército patriota se alzó victoriosamente contra la monarquía española en 1817. Es todo un símbolo. Este gran corredor andino debería ser un parque binacional entre Chile y Argentina para fortalecer los lazos de hermandad y fraternidad, que siempre han existido. (…) Putaendo es heredero de Pascua Lama y en este sentido, su acción para defender el agua es fundamental, sobre todo en este periodo de megasequía que vivimos desde hace más de 10 años.”

Por su parte, la Coordinación le hizo entrega de las “Bases comunitarias para la protección, preservación y conservación de glaciares, sus ambientes y elementos de apoyo (criósfera)” construidas colectivamente apuntando a la protección efectiva de los glaciares, poniendo el acento en que Chile por sobre todo es un territorio glaciar, al contener el 91% de estos cuerpos de hielo de Sudamérica, convirtiendo al país en un actor altamente responsable en su protección y salvaguarda. A su vez Marc Turrel entregó un ejemplar de «Louis Lliboutry, el hombre que descifró los glaciares” a la comunidad de Putaendo y un ejemplar a la Coordinación. El libro de su autoría cuenta la historia de uno de los primeros glaciólogos, lo cual representa un aporte al conocimiento y protección del ecosistema glaciar desde una perspectiva histórica del estudio de estos cuerpos.

El historiador, quien a través de su trabajo ha destacado la relevancia de los glaciares, se refirió también al rol de la Coordinación, indicando que “Es muy valioso el trabajo de la Coordinación acerca de la importancia de los glaciares y de la necesidad de proteger estos bellos, frágiles e imponentes ecosistemas de montaña. (…) Los glaciares cumplen un papel fundamental en la escorrentía de los ríos en periodo de escasez hídrica. Y la presencia de glaciares rocosos en los valles cercanos al río Rocín, es otro aspecto fundamental para entender los equilibrios naturales de la montaña. Poco se sabe todavía sobre los esteros y ríos de la Cordillera, son misterios y secretos que aún permanecen vivos en las altas cuencas. Si bien Chile es un país minero, es también un país de glaciares. El cobre, pulso sensible de Chile, fluye como el agua en fuentes subterráneas de la Cordillera, dando al paisaje sus colores telúricos. Los glaciares, resonancia magnética de la vida, son vitales para las comunidades de montaña y de los valles. Ambos conforman la identidad de un país”.

Finalmente, el encuentro concluyó en el sector de 21 de Mayo, con una visita a Fernando Montenegro, conocido localmente como “Caballito Blanco” destacado exponente del Canto a lo Humano y lo Divino, quien además es representante de una de las danzas reconocidas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, los Bailes Chinos. Caballito Blanco cantó a las aguas y los glaciares ubicados en las nacientes del Valle, a quienes les debemos toda posibilidad de vida. Las distintas organizaciones agradecieron la visita y confirmaron que seguirán defendiendo los glaciares y los ríos que dan la vida al primer pueblo libre de Chile.

Fuente: Coordinación de Territorios por la Defensa de los Glaciares