Según explicaron desde OLCA, la información que reveló Barrick Gold es una muestra de cómo «una comunidad en condiciones de desigualdad e injusticia logra proteger su entorno».
Desde su arribo a nuestro país en 2001, la promesa de la minera canadiense Barrick Gold fue que el proyecto Pascua Lama traería desarrollo económico a Chile. Sin embargo, con el pasar de los años, diversos informes medioambientales, fallos judiciales y un informe de la misma empresa, dieron cuenta de que era un proyecto inviable.
Durante estos 19 años, quienes lideraron la oposición al proyecto para frenarlo -además de la misma comunidad del Valle del Huasco en la Región de Atacama- fueron las organizaciones ambientalistas, algunas de las cuales contaron a EL DÍNAMO cómo vivieron este extenso proceso.
“Se los dijimos”
Pascua Lama es el primer proyecto minero binacional del mundo. Se trata de una mina de oro y plata a rajo abierto, ubicada a más de 4.000 metros de altura en la frontera de Chile con Argentina. En Chile, Pascua se ubica en la provincia del Huasco, mientras que Lama se sitúa en la provincia argentina de San Juan.
Los primeros en responder al anuncio de la empresa fueron los integrantes del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), quienes celebraron que Barrick Gold haya declarado inviable el proyecto Pascua Lama.
Según contó el director de OLCA, Lucio Cuenca, “que Barrick declare no viable el proyecto después de casi 20 años de operaciones confirma lo que veníamos sosteniendo. Si bien Barrick no renuncia a los derechos mineros y de agua que tiene en la zona, es una muy buena noticia, pues, le quita la prioridad, sale de la cartera de inversiones de la empresa y del Gobierno en su agenda pro inversión”.
Similar opinión es la de otra organización que se involucró fuertemente con la comunidad afectada, Greenpeace, desde donde habló su vocero, Mauricio Ceballos, quien dijo que la decisión de la minera “no nos sorprende”.
“Principalmente porque es casi un ‘se los dijimos’. Llevamos 10 años o más insistiendo que es un proyecto sin sentido, que no tiene pies ni cabeza, que no se podía desarrollar en la zona”, complementó Ceballos.
Informes medioambientales y fallos judiciales
Antes de la reciente declaración de la minera, el proyecto Pascua Lama enfrentó varias dificultades respecto a los impactos que generaría.
En 2013, por ejemplo, las obras que en ese entonces se desarrollaban en el sector cordillerano debieron paralizarse por medidas administrativas, cautelares y judiciales.
En septiembre de ese año, la Tercera Sala de la Corte Suprema resolvió confirmar la decisión de la Corte de Apelaciones de Copiapó que suspendió las faenas de Pascua Lama, estableciendo una serie condiciones para la reanudación de sus actividades.
Entre estas condiciones -que finalmente nunca se cumplieron- estaban construir previamente obras para proteger los recursos hídricos de la zona, dar cumplimiento al Plan de Monitoreo elaborado en una resolución de calificación ambiental anterior y establecer un sistema de fiscalización para el cumplimiento de las medidas.
Según contó el director del OLCA, desde ese momento se intensificaron las acciones judiciales para “sancionar a la empresa”, pero también, “para buscar una reparación al daño medioambiental que causaron sólo en la etapa de exploración e inicio de construcción“.
Sin embargo, no fue hasta enero de 2018 cuando la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) informó que clausuraría de forma definitiva el proyecto minero Pascua Lama. Además de aplicar una multa por cerca de US$7.000, tras conocer las numerosas denuncias por daños ambientales efectuadas por las comunidades afectadas.
“Ante este fallo la empresa recurrió al Tribunal Ambiental de Antofagasta para anular la resolución. Está pendiente el fallo del tribunal, pero la clausura está vigente“, reveló Lucio Cuenca.
Las comunidades del Valle del Huasco han luchado 19 años por el cierre definitivo de Pascua Lama. Fuente: OLCA
Las deudas pendientes de Barrick Gold
Junto con estar pendiente el proceso que lleva Barrick Gold para anular la resolución de la Superintendencia, en 2019 el Consejo de Defensa del Estado (CDE) interpuso una demanda por daño ambiental, donde se está buscando una fórmula para reparar los daños ambientales que generó su acción en humedales y lagunas de la Cordillera de Los Andes.
Además, según contó Cuenca, “la empresa también tiene pendiente una deuda con el Estado de más de 300 millones de dólares en créditos fiscales. Es un mecanismo para inversionistas extranjeros que no pagan IVA con las importaciones que hacen durante la construcción, y como este proyecto no ha iniciado la producción de minerales, está con una deuda pendiente que por el tiempo transcurrido asciende a los 700 millones de dólares“.
Sin embargo, el ambientalista de OLCA reconoce que el daño ambiental ocasionado por el actuar de la minera en la zona es irreparable.
“Pascua Lama ha sido un proyecto emblemático por poner en alerta a Chile respecto a lo frágiles que son nuestras fuentes de agua y por revelar lo que estaba pasando con nuestros glaciares. Es una iniciativa dondeuna comunidad en condiciones de desigualdad e injusticia logró proteger su entorno -no totalmente- y sacarse de encima un proyecto nocivo, que hoy la misma empresa confirma que es inviable”, complementó.
En tanto, Mauricio Ceballos de Greenpeace aseguró que también es una lección la toda la institucionalidad ambiental chilena, que “evalúo este proyecto y le dio las autorizaciones para que funcionara”.
“No fuimos capaces como país de identificarlo, la deuda es de las instituciones que simplemente autorizan proyectos a nombre de un mal entendido desarrollo. El tiempo que alcanzó a operar generó daños graves que son irremediables y que las comunidades de la Región de Atacama van a tener que lamentar por la codicia de quienes están a cargo de las instituciones técnicas”, concluyó Ceballos.
Fuente: El Dínamo