«Israel es un estado racista y que niegan a los palestinos, como mi abuela el acceso a una vacuna, porque no creen que ella es un ser humano igual que merece vivir», dice la congresista Rashida Tlaib (Michigan), en conversación con Amy Goodman de Democracy Now y agrega que “espero que mis colegas, espero que nuestro país (Estados Unidos), vea lo que los palestinos han estado tratando de decirnos durante mucho tiempo. … Se puede ver con la distribución de la vacuna”, sostiene Tlaib.
Rashida Tlaib es palestino-estadounidense y ha sido de las primeras mujeres musulmanas en llegar a ocupar el cargo de congresista en Estados Unidos, junto a Ilhan Omar. En entrevista con Democracy Now, explica la situación en la que viven los y las palestinas bajo la ocupación israelí en el contexto de pandemia Covid-19. Israel se ha encargado de hacer una fuerte campaña de propaganda sionista de que como país han vacunado a la mayor cantidad de población en comparación con otros, sin embargo, su estructura racista se ha mantenido, tal como en esta entrevista Tlaib explica.
«A mi abuela palestina se le negó el acceso a una vacuna»
Amy Goodman: Israel ha vacunado a algo así como el 20% de sus ciudadanos, incluidos los colonos ilegales de Cisjordania, y ha sido aclamado en el mundo por tener la población más vacunada contra el Covid-19. Pero los palestinos no han sido vacunados pese a que Human Rights Watch, entre muchos otros organismos internacionales, han exigido que se proporcionen vacunas COVID-19 a los más de cuatro millones y medio de palestinos que viven en Cisjordania y Gaza. ¿Usted tiene familia en Cisjordania, qué nos puede comentar de esta situación?
Rashida Tlaib: Es realmente importante entender que Israel es un estado racista y que negarían a los palestinos como mi abuela, el acceso a una vacuna pues no creen que ella sea un ser humano igual que merece vivir. Es realmente difícil ver cómo este Estado de Apartheid continúa negando a sus propios vecinos, las personas que respiran el mismo aire, que viven en las mismas comunidades.
Podrías poner un asentamiento donde quieras, pero al otro lado de ese muro hay una comunidad agrícola, un pueblo, donde vive mi abuela, y muchos miembros de la familia, y otros que sé que están intentando, de nuevo vivir una vida buena, una vida libre, libre de estas políticas opresivas, estas políticas racistas, que les niegan el acceso a la salud pública, les niegan el acceso a la libertad de viajar, les niegan el acceso a las oportunidades económicas.
Nuestro país continúa habilitando a ese país y habilitando a Netanyahu, quien continúa arrojando una retórica antiárabe que permite que la violencia contra los palestinos continúe de una manera tan inhumana sin respetar los derechos humanos. Entonces, creo que es muy importante que mis colegas y que nuestro país, vea lo que los palestinos han estado tratando de decirnos durante mucho tiempo: que Israel no tiene ninguna intención de preocuparse ni de permitirles la igualdad o la libertad como vecinos.
Este apartheid lo puedes ver con la distribución de la vacuna, pero también lo hemos visto con los tests y la trazabilidad. Mi familia me dijo que no tenían acceso a dichos tests, que les habían dicho que podrían tener algunos efectos secundarios, por lo que en caso de tener un familiar enfermo, debían usar la casita que tenían y ponerlo en cuarentena. No tienen acceso a ninguna medida preventiva, ningún medicamento, y nuevamente, eso continúa. Nosotros permitimos que Israel continúe haciendo eso.
Israel tiene el poder de distribuir esa vacuna al pueblo palestino, sus propios vecinos, a metros de donde viven, muchos de los cuales podrían exponerlos a ellos y a su familia, pero no lo hace. En todo caso, solo reitera lo que el pueblo palestino e incluso los grupos de derechos humanos nos han estado diciendo, es que este es un estado de apartheid.
Amy Goodman: Rashida Tlaib, muchas gracias por estar con nosotros, congresista demócrata del distrito 13 del Congreso de Michigan.
Traducción: Gaceta Ambiental
Fuente: Democracy Now