Oceana da a conocer nuevo ranking de antibióticos en la salmonicultura y persiste preocupación por falta de transparencia

18 de Mayo de 2016 ***ARCHIVO***
Trabajadores del salmón trabajan en el proceso de limpieza y faena
FOTO:CRISTIAN DUARTE/AGENCIAUNO

La organización de conservación marina Oceana, dio a conocer el tercer ranking sobre uso de antibióticos en la salmonicultura chilena correspondiente a 2018 (ver informe completo), recalcando que las empresas Invermar S.A., Aquachile S.A., Servicios de Acuicultura Acuimag S.A., Aguas Claras S.A. y Exportadora Los Fiordos Limitada no entregaron los datos y presentaron reclamos de ilegalidad ante la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, los cuales no han sido resueltos hasta la fecha.

“El sistema de acceso a la información actual demuestra que no es posible acceder de forma rápida y completa a información de interés público, ya que la oposición judicial de las empresas puede retrasar la entrega por varios años”, señaló Liesbeth van der Meer, Directora Ejecutiva de Oceana Chile. “Esto es un problema ya que la información de interés público y, en particular, la información sobre contaminantes que pueden afectar la salud y el medio ambiente debiera estar de forma permanente a disposición de la ciudadanía”, agregó van der Meer.

Oceana elaboró el ranking con información solicitada vía Ley de Transparencia al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca). Ante este organismo, el 37,5% de las empresas se opuso a la entrega de los datos, pero tras la decisión del Consejo para la Transparencia, que acogió el amparo presentado por la organización de conservación marina, varias salmoneras terminaron por liberar la información.

De las empresas que entregaron las cifras, las cinco que presentaron mayores índices de consumo de antimicrobianos por tonelada producida fueron Salmones Multiexport, Cultivos Yadran, Cooke Aquaculture, Salmones Camanchaca y Marine Farm.

Al analizar las compañías con peores índices de uso de antibióticos por tonelada producida, se destaca que Salmones Multiexport, la que tiene el peor comportamiento, utilizó nueve veces más antibióticos por tonelada de salmón producida que la empresa que le sigue, Cultivos Yadran. Por lo demás, ambas compañías, junto con Salmones Camanchaca, ya se encontraban dentro de las empresas con peor comportamiento en 2017.

Por el contrario, las firmas con mejor comportamiento en 2018 fueron Nova Austral, Salmones Humboldt, Salmones ICEVAL, Aquagen y Salmones Caleta Bay. Cabe destacar que tanto Salmones ICEVAL como Aquagen también se encontraron dentro de las cinco mejores empresas en 2017.

Desde la organización de conservación marina, recalcan que actualmente existe un proyecto de ley en el Senado que busca regular y disminuir dos de los principales impactos generados por la industria salmonera, obligando a la administración a publicar de forma permanente información sobre el uso de antibióticos junto con regular los escapes de salmones.

“Creemos que este proyecto debe avanzar en poner a disposición del público información sobre antibióticos, pero también de otras sustancias que generan impactos, como los antiparasitarios, y los salmones que escapan de cada centro. A su vez, sobre este último punto, se debe desarrollar un sistema de responsabilidad objetiva que sancione los escapes a todo evento”, afirmó Javiera Calisto, Directora de la Campaña de Contaminación Marina de Oceana Chile.

La producción de salmones en Chile ha crecido de forma sostenida desde los años noventa, pero este crecimiento ha estado acompañado por un elevado uso de antibióticos, además de otros productos químicos y medicamentos, como antiparasitarios. El elevado uso de antibióticos es especialmente preocupante ya que puede llevar a la generación de resistencia bacteriana que, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, es una de las principales amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo.

A pesar de este reconocido riesgo, en Chile la información del uso de antibióticos por empresa salmonicultora no es de conocimiento público, lo que dificulta que se le exijan mejores estándares a la industria y, en definitiva, que el consumidor pueda elegir aquellos salmones que han sido producidos de forma más sustentable.