Todo empezó conmigo, mi nombre es Felipe Espinoza y tengo 22 años. En noviembre del 2019 conversé con una persona y quedamos de acuerdo en hacer un trance de marihuana, del cual solo sería el contacto intermediario, yo no niego que si lo iba hacer; pero también es cierto que nunca llegué a reunirme con la víctima, ya que nunca tuve contacto directo con él; sólo a través de los mensajes por los que nos pusimos de acuerdo.
Llego el día acordado donde nos íbamos a juntar, pero yo escuché dos balazos y me devolví hasta una garita o paradero, no supe más de esa persona, y yo no no lo mate como afirma el Fiscal y su testigo, dicen que le disparé y todo es mentira.
El fiscal hizo una investigación que está mal hecha y llena de montajes, ya que me viene involucrando en otros delitos, como tráfico, porte de armas de fuego y busca vincularme a un delito de robo con intimidación, sólo para hacernos aparecer cómo peligrosos ante la sociedad, ya que sobre ese delito no se sabe que pruebas tiene en mi contra, pruebas que no hemos podido ver hasta el día de
hoy.
El día que allanaron el domicilio en que yo me encontraba con mi padrastro y mi familia, sólo encontraron 8 plantas en la casa dónde vivíamos, no hallaron ningun arma, ni droga procesada para que digan que es tráfico.
Ya estamos por cumplir un año de imputados, y llegó recién la acusación pidiendo 31 años para mí, Felipe Espinoza, por robo con homicidio, dicen que la prueba que tienen son dos testigos y los mensajes en los cuales yo me ponía de acuerdo con la víctima, cosa que yo no niego, pero como dije antes nunca llegue a reunirme con ellos, y por lo mismo yo no lo mate, los testigos que según me vieron disparando, están mintiendo.
Por lo mismo yo accedí a que viniera una doctora especialista en armas para que ella se dé cuenta de lo que digo, así demostrar que la acusación del fiscal y sus testigos son falsos, dicen que yo disparé, pero yo no puedo disparar una escopeta, apuntar y forcejear como dicen ellos, por una discapacidad que tengo, hay papeles informes médicos que la acreditan.
Respecto al tráfico a mí no me encontraron nada, sólo dónde yo estaba habían 8 plantas de
marihuana que eran de mi padrastro, es decir Juan Lican; desde el principio reconoció las 8 plantas, aclarando que eran para consumo medicinal personal de él y hay exámenes médicos que prueban que él es consumidor medicinal.
Insisto en que armas no encontraron, entonces ¿cuál es el porte que existe según el fiscal?. Para ser acusados del delito de porte de armas tendrían que haber pillado armas, un arma en nuestra casa o usándola.
A Juan Lican lo quieren condenar a 7 años por tráfico, teniendo como pruebas las 8 plantas de marihuana que encontraron ese día, siendo que él las reconoce como auto cultivo y tiene exámenes médicos que demuestra que él es un consumidor medicinal.
Primero en la acusación aparecía yo Felipe y Juan como los autores del homicidio, ahora el fiscal sacó a Juan del cargo de homicidio, pero lo quiere dejar por tráfico, a Patricio lo acusan de encubridor, porte de armas y cartuchos (por una escopeta que tenía en su casa y que no tiene ninguna relación con el caso) e igualmente de tráfico de drogas y la pena solicitada para él sería de 23 años, por encubrirme y esconderme en el campo, cosa que también es mentira, nunca anduve escondido, porque estaba firmando por una causa que tuve por problemas con unos primos, sacando de contexto y falseando supuestos mensajes pidiendo apoyo por si venía la policía al campo, haciendo ver cómo que Patricio me protegía.
Hay una información que el fiscal puso en duda sólo porque cometí el error de ocultar esa información y asumo ese error, pero por ese error no pueden condenarme, porque no es grave, ni existen pruebas la participación de ninguno de nosotros en los delitos que se nos acusan.
Yo Felipe accedí a que me llevaran y a decir dónde estaba, no cómo dice la PDI que inventó un trayecto y una dinámica falsa, esto se prestó para el montaje haciendo aparecer las llamadas a su conveniencia y a pesar de eso, ninguna llamada ni mensaje dice o hace referencia de haber cometido el supuesto homicidio del que nos acusan.
¿Dónde están las otras pruebas? Cómo pólvora, especies robadas, sangre o algo que de verdad sea una prueba que diga que es una mentira todo lo que decimos nosotros.
Por toda esta injusticia y falsas acusaciones en nuestra contra, es que comenzamos nuestra huelga de hambre, que cumple 65 días, para demostrar que el fiscal no hace su trabajo cómo se debe y que la PDI se presta para montajes hacía las personas que vienen de una comunidad Mapuche, para condenarlos a una gran cantidad de años, arman montajes, acusaciones falsas, suponiendo cosas y actuando de forma racista hacía el pueblo mapuche.
Por: Felipe Espinoza, preso mapuche en cárcel de Angol a 65 días del inicio de la Huelga de Hambre.
Firman
Patricio Lican Manquel
Juan Lican Manquel
Felipe Espinoza Hernández
Presos Mapuches cárcel de Angol en Huelga de hambre hace 65 días.
Fuente: Colectiva La Zarzamora