Ante la donación de insumos médicos a servicios de salud de Vallenar y a la barrera sanitaria en Alto del Carmen por parte de Barrick Gold, y a su recepción con honores por las autoridades, como comunidad azotada por los graves e irreparables impactos ambientales y sociales que esta trasnacional ha provocado y sigue provocando, declaramos lo siguiente:
1.- Barrick nunca será un apoyo para la comunidad del Valle del Huasco, como declaró con total descaro y desfachatez tras la donación su nuevo director. Por el contrario, Barrick cambio nuestra vida para mal y para siempre. Nosotros no olvidamos. Aparte de destruir el tejido social y separar familias, dañó de manera criminal elementos vitales, como son los glaciares y el agua. Durante años, esta empresa que hoy quiere aparecer como “salvando vidas” llenó nuestro río de metales pesados, poniendo en serio riesgo nuestra salud, con posibles consecuencias desastrosas entre ellas afecciones neurológicas y hasta cáncer. Quienes ponen en riesgo la SALUD de manera tan deliberada no tienen calidad moral para mostrarse cómo salvadores en esta pandemia.
2.- La vergonzosa pompa de su recepción –con ceremonia, discursos, prensa y demases– solo confirma que se trata de una estrategia mediática para intentar cambiar la percepción de la opinión pública hacia esta empresa, que ya esta manchada a nivel nacional e internacional. Lo anterior es preocupante porque resulta obvio que Barrick está desesperada frente al inminente fallo del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta, que deberá confirmar o no la sanción de clausura definitiva. Sin embargo, más preocupante aún –cómo ya lo hemos denunciado– es que siga contando con el total apoyo del gobierno a pesar de estar imputada y de ser reconocida como una de las empresas más contaminantes y que más daño ha causado al patrimonio ambiental del país, así como una de las que más ha vulnerado la legislación y la autoridad nacional.
3-Esto tiene lugar en el marco de denuncias realizadas por la comunidad los días 3 y 6 de julio por una nueva y grave infracción de la empresa. Contra toda lógica e infringiendo sus propios compromisos, movilizó trabajadores y realizó cambio de turno por las localidades rurales de la comuna de Alto del Carmen, especialmente el pueblo de Chollay. Esto es grave sobre todo en el contexto de la actual pandemia y máxime cuando la industria minera ha sido acusada justamente por ser un vector del virus que hoy nos afecta. Pese a esta denuncia, no recibimos ninguna respuesta de las autoridades de Gobierno y de la Municipalidad. Ahora entendemos que en lugar de velar por la salud de la ciudadanía están ocupados organizando ceremonias y escribiendo discursos de agradecimiento. Denunciamos con fuerza la grave falta de probidad sigue siendo la norma con el proyecto Pascua Lama. Por medio de estas donaciones, se pacta el silenciamiento y la impunidad para las empresas, todo ello en detrimento de los derechos de las comunidades. Ante esto no podemos dejar de preguntamos ¿Alguna vez el hospital tendrá libertad para diagnosticar un cáncer provocado por los metales pesados en el río? Y finalmente ¿Alguna autoridad se va a dignar a responder la carta denuncia y a asumir su responsabilidad por el cambio de turno a través de Chollay?
4- Comunicamos además que las denuncias fueron llevadas a la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados, donde se acordó oficiar a diversos organismos para obtener respuestas sobre quién dio autorización a Barrick. Así mismo, incorporamos denuncias a la Superintendencia del Medio Ambiente.
5- Finalmente, denunciamos que esta donación se da en el marco del Fondo Sanitario Privado de Emergencia para Chile, iniciativa de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) que responde a una estrategia concertada entre el Gobierno y las grandes empresas, destinada a profundizar el extractivismo usando como pretexto la crisis económica que vendría después de la pandemia.
Fuente: Asamblea por el Agua del Guasco