«Esta lluvia fue un aviso del daño que puede seguir ocurriendo con las próximas lluvias, ya se causó uno probablemente irreparable en el talud superior y hoy vemos que los daños continúan por la irresponsabilidad de este proyecto».
Después del temporal de cerca de 40 mm de agua caída en Algarrobo, el Movimiento No al Rabanal detectó un aluvión que cayó por el acantilado desde donde están detenidas las obras del proyecto inmobiliario de la empresa Costa del Sol Spa hacia la playa la Cueva del Pirata en Mirasol. El proyecto inmobiliario que proyecta 20 edificios, 420 departamentos y casi 600 estacionamientos, fue detenido debido a una denuncia por hallazgos arqueológicos realizada en septiembre de 2020 y el Consejo de Monumentos Nacionales ordenó detener las obras y realizar más prospecciones. Sin embargo, en los dos meses en que la inmobiliaria operó, arrasó con el bosque nativo y esclerófilo que está sobre el acantilado.
Gaceta Ambiental conversó en exclusiva con Pablo Álvarez Bioquímico, Virólogo, y asesor técnico apícola, quien llegó al territorio a hacer una evaluación de los daños ocurridos tras el temporal. En una rápida mirada encontró «un daño evidente sobre la flora y fauna del lugar». Esto porque el material de tierra acumulado en la explanada (en el terreno de la inmobiliaria arrasado por las máquinas), producto de las intensas lluvias se deslizó en a lo menos 4 puntos.
Álvarez explica que el material de tierra y escombros acumulados en la cima del acantilado, junto con la depredación de la flora nativa, «provocó un aluvión que arrastró y arrasó con las especies vegetales presentes en el lugar, asimismo al llegar hasta la superficie de la playa el material sepultó la flora nativa del sector presente hasta a 10 metros de distancia desde la ladera del acantilado», dice el especialista.
El Humedal San Patricio o Mirasol, aún no reconocido como humedal urbano, «presenta turbiedad evidente, acumulación de material en la orilla, no se encontraron presencia de renacuajos de ranas chilenas (Calyptocephalella gayi, estado de conservación Vulnerable). Éstas se observaron en el lugar hace dos semanas, y se identificaron a lo menos dos puntos por donde habría ingresado el material a las aguas del humedal», sostiene el especialista.
Según los cálculos hechos en el lugar, solo en uno de los puntos donde hubo acumulación habrían caído entre 15 y 20 mt3 de material producto del deslizamiento. «Es importante señalar que en algunas zonas, las especies nativas de plantas quedaron sepultadas por una capa de cerca de 50 cm de material, y hacia las zonas de la costa la arena presenta una dura capa de entre 5 a 10 cms de barro, que producto de las horas se ha endurecido generando una costra que cubre amplias zonas de la playa», explica Álvarez.
«Esta lluvia fue un aviso»
«Esta lluvia fue un aviso del daño que puede seguir ocurriendo con las próximas lluvias, ya hubo un daño probablemente irreparable en el talud superior y hoy vemos que los daños continúan por la irresponsabilidad de este proyecto», dice Álvarez quien agrega que «hoy la situación es compleja, ya que es necesario de manera preventiva retirar el material aún existente en la planicie superior para evitar que vuelva a ocurrir otro deslizamiento». Lamentablemente, «las especies sepultadas por el alud de material son probablemente irrecuperables, al igual que los especímenes arrastrados por el deslizamiento».
Aves en época reproductiva
Esta es época reproductiva de aves que podrían haber estado en la zona del deslizamiento, como por ejemplo el chincol, la loica, los jilgueros, chercán, tencas y que podrían haber estado usando las quebradas para nidificar. Aunque falta confirmar su anidamiento, se escucharon aves en algunos sectores mientras el especialista realizaba su visita.
En tanto a la flora se encontró daños a simple vista en Chaguales (Puya chilensis, estado de preocupación), Chagualillos (Puya venusta, estado vulnerable), Camilla (Ochagavía litoralis, estado vulnerable), Hierba sosa (Solana sedifolia, estado sin información).
Fuente: Gaceta Ambiental